miércoles, 18 de junio de 2008

Sueño de una Noche de Verano... (Parte IV)

Cuarta Parte
De cómo vemos lo que queremos, y las divisiones de la cama.

Claramente me gustaban Los Tr3s, el grupo musical de Concepción. Aún me gustan, tengo algunos CD y DVD por ahí. En aquella época de los hechos que relato, también me gustaban, y hacía poco habían lanzado uno de sus discos de estudio. También A~ compartía ese gusto.
Como dije, ya no nos veíamos tanto, no de mi parte, sino de ella. Un día X, en USA se presentarían Los Tr3s en la serie de eventos denominados Unplugged, de la cadena televisiva de videos MTV. Yo en esa época no pensaba siquiera tener Cable, no tenía ni siquiera un PC, eran cosas más que nada reservadas para la gente más acomodada, por ende tenía esperanzas nulas de ver ese show, que se transmitiría de noche. Sin embargo, A~ tenía una tipa conocida del barrio alto, donde su mamá y ella a veces trabajaban de nanas, y que tenía cable. Ella iba a ver el evento allá, estaba invitada y obviamente no tenía problemas.

Ese día en la mañana, la encontré en el paradero de la micro (yo iba a mi lugar de estudios). Nos pusimos a comentar cosas, y de pronto me dice que porqué no me voy con ella, pues iba a la casa de su amiga del barrio alto (no recuerdo el nombre, pero clásica minita de barrio alto, con 2 hijos pequeños, pero muy bien cuidada.), para ver el Unplugged de Los Tr3s. Yo dije “OK”. Y así partimos. Llegamos a la casa, cero problemas la tipa, me recibió súper bien. Hasta nos fuimos todos a comer pizzas. Creo que sólo las pizzas caseras, y la que me comí en Puerto Varas, superan a esa pizza, estaba muy rica, sabrosa.

El show era después de las 9 de la noche, no recuerdo la hora exacta, pero era obvio que yo no iba a poder quedarme hasta tarde allá, porque aunque la locomoción era mejor que ahora, no habían garantías de que pudiera llegar a la casa después del show. Por ello, la amiga de A~ me invitó, junto con A~ obviamente, a quedarme en el departamento. Genial no? Almuerzo gratis, once gratis, MTV y Los Tr3s gratis, estar con A~ y, más encima, alojamiento gratis. Todo un sueño. Pero como comprobé después, los sueños cuando se realizan, pierden mucho de su valor, pues la realidad nunca es como en los sueños.

Y llegó la hora del show en el MTV. Qué puedo decir de eso? Sólo que fue espectacular, algo único, genial, y que me encantó. Además tocaron canciones de gran calidad y que a mi me gustaban mucho (pese a que a uno le gustan todas, siempre hay las que son más favoritas). Además tocaron pro primera vez Traje Desastre, excelente canción con juegos de palabras, y que con el tiempo se transformaría en el casi himno de éste punto de inflexión en mi vida. Un show sólido, pero no podíamos esperar menos de los jóvenes penquistas. Estaba de cajón, como se dice, que iba a ser un exitazo. Yo lo disfruté mucho. Y además, con el plus de que estaba junto a ella. Ella sé que lo disfrutó, y que le gustó que me quedara y lo viéramos juntos, pero no sé (no creo) que haya disfrutado de la compañía como yo lo hice. Sin duda, pese a todo y a lo que pasó después, será un día y una noche para recordar. Y claro, después del show, había que dormir. Pero cómo? Había que arreglárselas y sin reclamar, pues estábamos de invitados. Yo creí que iba a dormir en el sofá, clásico de películas y televisión. Pero no. La solución que nos dieron , es que la dueña de casa con los niños en la pieza de ellos (había dos camas allí) y A~ y yo, en la cama de dos plazas de la anfitriona… ¿?... Así mismo. Juntos, A~ y yo, en una cama. Para dormir. Para pasar la noche. Antes habíamos estado en una cama, pero conversando, de día o de noche, pero sólo tirados encima de la ropa conversando o riendo. Ahora era diferente, era para dormir, para pasar la noche. No sé si ella habrá pensado algo, si se habrá pasado rollos, no tengo idea, jamás lo conversamos, jamás tuvimos oportunidad de eso después. Yo no me pasé rollos. Es más, pensé que era el momento preciso, al momento indicado, para afianzar todo, para conversar hasta tarde, para, en la soledad e intimidad de una cama de noche, aclarar cosas. Pero no para pasarse rollos, no para intimar, sino para conocernos y compartir. Eso pensé. Jamás se me pasó pro la mente tener otro tipo de contacto con ella en ese momento, pero da igual lo que haya pensado o no, pues los resultados son otros. Sólo dormimos. No daré detalles. Pero sólo dormimos. Y no es porque un caballero no tiene memoria ni esas cosas, sino porque simplemente no pasó nada que no fuera dormir. Pero el precio que se pagó, es peor que si hubiese pasado algo más.

Al día siguiente, por la mañana, no hay muchas palabras. Un buenos días, y salir rápidamente de la casa. Llegamos a un paradero, y me fui a mi lugar de estudios. Ella a su casa. A ambos nos fueron a buscar a nuestras casas la noche anterior para salir y conversar, pero obviamente no estábamos. Mucha gente sacó conclusiones, y no eran muy complicadas de sacar. No había que ser matemático o ingeniero o astrónomo para calcular las cosas. Pero todo podía caer en al especulación. Decidimos no contar nada a nadie, para evitar malos entendidos. Y así fue. Pero ya he dicho… Intención y resultado, rara vez son coincidentes.

Next…

REK.

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