sábado, 30 de marzo de 2013

El Fin de la Infancia

Entre tanta congestión de trafico, entre tanta conmoción mundial por una posible guerra nuclear, qué diablos hago yo escribiendo huevadas en un blog?
A veces me lo pregunto, y a veces quisiera escribir o referirme sobre esos temas, y muchos otros, del ámbito nacional e internacional. Pero al fin de cuentas creo que si yo quisiera leer algo, buscaría información en lugares indicados para ello, y si quisiera distraerme leería otras cosas. Así mismo también yo me pongo a escribir de otras cosas. No son para nada importantes, no son interesantes tampoco, a nadie le importan, y además nadie los lee.
Cuando niño eres un soñador sin límites. Sueñas con tu vida futura, con una casa con un lindo jardín, con un auto de los que te gustan, con una familia junto a ti, y que disfrutan de las cosas del mismo modo que tu lo haces, y que agradecen tu compañía tal cual tu agradeces las de ellos. Pero con los años te vas dando cuenta que el mundo no es un mundo de sueños, aunque los sueños le dan forma al mundo, como he dicho por ahí. Comprendes que la vida no es como la quisiste, y no es como la esperabas. Con el tiempo aprendes a querer esa vida, a agradecer la que tienes, la que llevas, la que vives, pero de alguna u otra forma aún sueñas y quisieras la que pensabas cuando niño, y que sabes que es muy complejo que así sea.
A veces incluso las vidas que llevamos de adultos, cambian aunque no queramos, y debemos acostumbrarnos a esos cambios, y como dije, aunque no queramos. Hay momentos en que sentimos que tenemos un rumbo, que tenemos algo en concreto, y al final terminamos dándonos cuenta de que no era así
Todo eso empieza a pasar cuando niños, cuando nos percatamos los cambios en nosotros, tanto físicos como mentales, y cuando empezamos a comprender que el mundo es mucho más grande de lo que pensábamos, y mucho peor de lo que esperábamos. Y eso hace que nuestras vidas cambien y no sean como las pensamos antes. Ahí es cuando dejas de ser niño, y empiezas, a la mala, a crecer. Comprendes que tus papás cometen errores, que tus amigos son importantes en la medida que tu los consideres así, y no en la forma en que ellos te consideran. Entiendes los cambios hormonales de las mujeres, que son los seres más hormonales del universo entero. Y comprendes que todo es diferente.
Cuando te das cuenta que el Amor no es el motor que mueve el universo, y que hay otras fuerzas mucho más poderosas que lo hacen, como la Ira o el Miedo, empiezas a cuestionar tu vida, tus enseñanzas, y las que te hicieron, y de que el mundo que quisieron poner ante tus ojos ni siquiera se compara al que en realidad existe ahí afuera. Entiendes que las cosas no duran, no son eternas, no son para siempre, que "siempre" no existe, y que todo tiene un tiempo establecido por fuerzas o entes que no podrás nunca llegar a comprender o conocer. Pero en vez de achacarte por ello, debes aprender que el final de las cosas es justamente lo que les da valor. O eso simplemente es un consuelo absurdo o de tontos, como se dice?

Es el fin de la infancia. Cuando comprendes que las cosas cambiaron, que ya no son iguales a como eran hasta hace poco. Y ahí es donde te das cuanta que de ahí en adelante, hagas lo que hagas, seas quien seas, estás y estarás solo, aunque haya gente que te acompañe por el camino.

REK.

lunes, 25 de marzo de 2013

The Sandman: Un Sueño de El Sueño.

Sueño y Muerte
Cómo te sentirías acerca de la Vida, si la Muerte fuese tu hermana mayor?

The Sandman.
Hoy al fin me dedicaré a escribir de ésta magnífica serie. Una serie que me marcó mucho, no sólo por sus historias, sino por todo el conglomerado de personajes interesantísimos que nacieron en sus páginas, y el trasfondo de todo el conjunto en general de la serie.
The Sandman es un cómic (sí, un CÓMIC), como muchas veces lo he dicho. Y creo que si hay una lectura que me ha hecho pensar mucho, y de donde he sacado bastantes cosas de las que ahora aplico en mi propia vida, es The Sandman.
Esta es una serie mensual, que consta de 75 números de la serie regular más un número especial. Existen más títulos y especiales, nacidos de la serie, peor no son dentro de la serie como tal, y han salido mucho más allá del número 75. La serie se publica originalmente en USA entre los años 1988 y 1996. Está escrita íntegramente por el inglés Neil Gaiman. A veces recibió la ayuda de William Shakespeare (sí, leyeron bien), en especial en El Sueño De Una Noche De Verano, que genialmente dibujada por Charless Vess (con quien posteriormente crearían Stardust, otra de las obras maestras de Gaiman), y por la cual ganaron muchos premios.
Pero antes de adentrarnos en el Mundo de los Sueños, haré un poco de referencia sobre cómics.
Durante muchos años, la DC Comics, una de las dos grandes empresas productoras de cómics a nivel mundial (la otra es Marvel), publicaron diferentes gamas de títulos, movidos por diferentes públicos, diferentes épocas y diferentes gustos. Se publicaron series de terror, series de western, de ciencia ficción, de héroes y villanos, etc. Dentro de la gama de terror o de suspenso, se crearon muchos personajes iconos de los cómics americanos, que posteriormente sirvieron para dar vida a series de culto. Personajes como Swamp Thing, John Constantine, o o posteriormente el mismo Sandman, terminaron siendo los pilares de una nueva forma de contar historias, más allá de los héroes o villanos. Esto además gracias a que estos tres personajes terminaron siendo guionizados por ingleses, dando vida a geniales e interesantes historias, aparte de seguir dando leyenda a personajes como esos. Eso es remarcable porque en alguna publicación que leí por ahí hace años, comparaban a éstos cómics con el rock: al igual que los cómics, el rock había sido inventado en Estados Unidos, pero luego habían llegado los ingleses y lo habían mejorado, como The Beatles, o The Rolling Stones, y lo mismo habían hecho los guionistas ingleses con los cómics.
La DC, viendo que los contenidos de éstos cómics ya no estaban al alcance de los más chicos de la casa (por algo el logotipo de Mature Readers Only / Sólo Para Lectores Adultos), debido principalmente a que los ingleses no se andan con chiquitas, decidió separar a éstos personajes de los personajes "normales", como Superman o Batman, y crearon su propia línea editorial, donde podrían tener mayor libertad para crear y escribir historias y personajes casi sin censura. Eso, como dije, fue gracias a los tres ingleses que llegaron a hacerse cargo Swamp Thing, John Constantine y el propio Sandman, que era nuevo por aquel tiempo. Esos ingleses, Alan Moore, Jamie Delano y Neil Gaiman, junto a la editora de Sandman, Karen Berger, dieron vida a lo que se conoció como Línea Vértigo, o cómics más adultos, de la DC.
De ésta línea editorial salieron grandes obras, como The Invisibles, creados por otro ingles que revolucionó los cómics americanos, Grant Morrison, o como las historias contenidas en The Dreaming, serie que siguió posterior al fin de The Sandman. Se recuperaron equipos viejos de "héroes", como la Doom Patrol, o nacieron nuevas como The Tales of Faerie, o volvieron los clásicos como House Of Secrets, y un larguísimo etcétera. Con la posteridad de los años, especialmente con los acontecimientos de Flashpoint en la línea regular de DC (donde se reestructuró todo, sí TODO, el Universo de la DC), la línea Vértigo se ha ido incorporando a los cómics regulares como era antaño, pudiendo ver nuevamente a John Constantine, por ejemplo, en las series de Batman o Superman, o a Swamp Thing jugando un papel fundamental en Brightest Day.
Pero volvamos a The Sandman...
La historia nos dice que existen los seres como nosotros, habitantes de un mundo cualquiera, y que vivimos despiertos, pero cuando soñamos es otro cuento. Hay otros seres que son llamados Dioses, que están muy por encima de los seres normales como nosotros. Hay diferentes dioses y diosas, cada cual con sus propios poderes, reglas y responsabilidades. Y encima de ellos, aunque no sea en un orden jerárquico del tipo jefe-empleado, están unos seres únicos, llamados Eternos.
Por qué no son dioses? La respuesta es simple: los dioses tienen poder y vigencia mientras haya quienes crean en ellos, por lo tanto son "mortales", pues su existencia depende de otros, de que esos otros crean en ellos. Cuando ya nadie lo hace, "mueren". En cambio los Eternos no se rigen por esa regla, ya que sus responsabilidades van más allá de la de un dios, y su existencia no depende de si alguien cree en ellos o no. En palabras de la propia serie, los Eternos son las personificaciones antropomórficas de ideas o conceptos. Qué?! Bueno, en palabras simples, hay 7 ideas o 7 conceptos los cuales, por mucho que se quiera, no pueden dejar de existir, no pueden no existir. Siempre estarán, siempre existirán, sea el mundo que sea y gobernado por quien sea. Éstas ideas toman forma humana (para nosotros los humanos, claro), y se convierten en los personajes que llamamos Eternos, y que son "hermanos", aunque hay unos más viejos que otros (eso si es complejo de explicar). Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desespero y Delirio, son los llamados Eternos, éstas ideas que han tomado forma y se manifiestan de una u otra forma con nosotros, aunque no lo notemos. Un dato curioso, si lo notan, todos los nombres en inglés comienzan con la letra D (Destiny, Death, Dream, Destruction, Desire, Despair y Delirium).
Teniendo eso claro, volvemos a Morpheus, Morfeo, el Dador de Forma, o simplemente Sueño de los Eternos. Es el tercero de los hermanos, y es el hermano menor de muerte (eso es muy tradicional de USA; "el sueño es el hermano menor de la muerte", lo que no deja de tener bastante sentido además), con quien tiene una relación muy fuerte, casi de amigos/hermanos, más que sólo la relación de sangre, como lo es con Deseo, por ejemplo.
The Sandman es la historia de Morfeo, el Señor de los Sueños. Y su relación con los humanos, y con los seres vivientes de nuestro planeta, al tiempo que convive con sus propios personajes de El Sueño, su mundo, su reino, y con seres de otros mundos distantes y distintos del nuestro. También nos cuenta la historia de cómo se relaciona con los viejos dioses, nórdicos, griegos, romanos, babilonios, egipcios y también con los de la cristiandad. Su relación tensa con Lucifer (y la de Lucifer con "su reino"), sus amoríos extraños y traumáticos, y la riquísima relación de amistad/hermandad con su hermana mayor, Muerte, que sin duda es el mejor personaje de toda la serie.
Sueño se nos presenta como un personaje delgadísimo, pálido, con cabello negro con ciertos brillos de estrellas, desordenado y largo, y con un andar pausado. Sus ojos son con fondo negro, y con un brillo blanco en ellos, como luz reflejada en las aguas de un pozo en la noche. Su voz debe ser profunda, probablemente en un susurro pero muy enérgico, ya que aparece en globos negros con texto blanco, y formas muy variadas, como con ondas en sus bordes, quizás denotando lo oscuro y casi gótico que resulta éste personaje. Es un personaje muy responsable, meticuloso en su función y ejecución, pero de aspecto lúgubre, siempre con aire a los sentimientos tristes o nostálgicos, casi deprimimente.
Muerte en cambio se nos presenta como una chica juvenil y alegre, muy en contraposición a su función. De cabellos negros, a veces con algunos mechones de colores, viste ropas extravagantes del tipo gótico, o metalero, o trasher casi, con jeans raídos, poleras sin mangas, y piercings en la nariz o las cejas, como era la moda en aquellos tiempos en que se publicó la serie. Se delinea los ojos con negro y siempre se pinta alguna figurita en los bordes de un ojo, una espiral, una gota, alguna cosa así. Igual de pálida que su hermano, pero con una actitud mucho más madura que la de él, siendo casi siempre más una madre o una amiga que su hermana como tal. Sus globos de texto son normales, como los que siempre se usan en cómics, quizás en demostración de su cercanía con los seres vivos.
Y los demás Eternos?... OK, contaré cosas sobre ellos.
Destino es el más viejo de los Eternos. Tiene el aspecto de un viejo monje con capucha, de colores grises y con aspecto añoso. Huele a biblioteca vieja y polvorosa. En su mano derecha posee una cadena que va atada a su Libro, el Libro de Destino, en el cual está escrito todo, absolutamente TODO lo que ha pasado, lo que está pasando, y lo que ha de pasar. Dicen que Destino es ciego (no el amor, como dicen otros), y su rostro pro lo general está oculto por las sombras de su capucha, quizás apoyando ésta teoría. Otros, los menos, dicen que Destino ve más allá de lo que nosotros mismos vemos, y que ve incluso las líneas que dejan las galaxias al moverse. Sus globos de texto son normales, pero con las letras en cursiva, como si estuviese recitando (o leyendo de su Libro). Los pies de Destino no dejan huella, y su figura no proyecta sombra.
Deseo es de figura delgada, pálida, y de mediana altura, a los ojos mortales. Huele levemente a duraznos en verano. Deseo es un ser dual, es él/ella al mismo tiempo; dicen que Deseo no se conforma con una sola cosa, y es un hecho muy cierto. Deseo tiene una fuerte disputa con su hermano mayor Sueño, lo que le trae de paso controversias con su hermana Muerte, a quien respeta más que a ninguno. Es impulsivo/a y le gustan sobremanera los juegos mentales, en especial con su hermana Delirio, a quien llama maliciosamente Delicia. Proyecta dos sombras al mismo tiempo; una bien definida y oscura, y otra translúcida, como el reflejo del calor en el suelo. Sus globos de texto son normales, pero sus letras son con letras "E" similares a la mitad de un corazón). Deseo es todo lo que alguna vez has querido, es todo lo que alguna vez querrás. Seas quien seas. Seas lo que seas.
Desespero, la hermana gemela de Deseo, es todo lo contrario a su hermana. Su figura es de una mujer gorda, desnuda, pálida y de negro cabello. Se dice que ella misma no tiene olor, pero su sombra huele ácida. Su piel es fría, así como su actitud. Es reina de su mundo, un mundo gris y con una neblina que siempre está en el piso, lleno de innumerables ventanas y escaleras, y cada una de esas ventanas en nuestro mundo es un espejo. A veces mirarás en tu espejo, y sentirás el frío toque del Desespero, sentirás el frío gancho de su dedo anclarse en tu corazón. Sus globos de texto son ambiguos y con los bordes grises o azulinos, y con formas diferentes, como un susurro desganado. Desespero es tranquila y paciente.
Delirio es la más joven, y se nota. Uno de los personajes más interesantes, junto con Muerte, es Delirio, y todo lo que ella significa. Delirio también es reina de su propio mundo, un mundo sin forma y sin control, pero que está perdido en alguna parte de la existencia. Delirio huele a sudor, a sabores agrios. Viste ropas raídas, o mallas rotas, o cualquier cosa en realidad, como una pordiosera, y siempre sin coincidencia ni combinación alguna. Sus globos de texto son los más extraños. Sin formas, y llenos de colores, y con las letras desordenadas y mezcladas entre mayúsculas y minúsculas, como si fueran diferentes personas hablando al mismo tiempo. El universo alguna vez cambió, y eso hizo cambios en ella sustanciales y radicales. Porque ella antes era Delicia, y esa es su tragedia. Para corroborar ésta teoría, Delirio posee un ojo azul oscuro, y el otro de un verde esmeralda con puntos brillantes. Y cómo ve el universo ella, con esos ojos dispares?
Y claro, está Destrucción. Éste es un caso excepcional, ya que Destrucción es el llamado "Hermano Pródigo", ya que abandonó sus responsabilidades y su función hace más de 300 años. Eso fue el inicio de muchos, la mayoría, de los problemas de los Eternos. Destrucción es un tipo alto, fornido, de cabellos rojos y de aspecto amable pero serio. Sus globos de texto son normales, pero con el borde en negrita, como indicando una voz potente y fuerte. No contaré detalles de él, para no joder la lectura de quienes de interesen. baste decir que su primera aparición en la serie fue en el especial La Canción de Orfeo, aunque bajo otro nombre.
Terminado el apartado de los Eternos, volvemos a la serie. The Sandman es una historia de responsabilidades, de trabajos, de cómo otros seres ven nuestro mundo de humanos, y de cómo los humanos vemos a estos otros seres. Un relato épico de búsquedas, amores, encuentros, odios, viejas rencillas, y dioses disgustados, y de cómo todo lo que creímos, tal vez no sea así. Gaiman nos lleva a adentrarnos en un mundo genial, donde conocemos diferentes historias de diferentes personajes, y todo el desarrollo argumental de los arcos, que finalmente terminan con una conclusión épica, donde terminas por darte cuenta que aunque leyeras historias separadas, al final todas tenían alguna relación o conexión entre todas ellas, en un final donde te das cuenta que ninguna historia era simplemente por que sí, que todas tenían su razón de ser. En palabras del escritor Stephen King, The Sandman es una serie de relatos como huevos dentro de una canasta; son historias que se engloban finalmente en una historia gigante, pero te das cuenta que cada huevo, o historia, contiene a su vez más huevos o historias dentro, lo que al final termina siendo como una muñeca rusa, más que sólo una canasta con huevos. Y eso te lleva a preguntar: leíste capítulos o historias dentro de un libro, o leíste un libro mayor dividido en capítulos? Hay algo de ambos, creo.
The Sandman es una serie llena de hechos demasiado significativos, y de frases muy interesantes, las cuales he publicado por acá, o he hecho referencias también acá, y en la vida cotidiana también, por qué no. Afortunadamente Gaiman nos da esa libertad de mantener y creer lo que nosotros pensamos, a la vez que él nos impone sus propias normas, y no hayamos problemas en ello, por lo que sus frases, las frases de los personajes, son tan de ellos como nuestras, y no hay conflicto en que así sea.
Increíblemente, la mayoría (por no decir todos), los personajes realmente importantes, los motores e impulsores de cada historia y de la historia en general, son mujeres... Muerte, Deseo, Delirio, Rose Walker, Thessaly, Nada, Lyta Hall, Titania, Nuala, etc., relegando casi a un papel secundario a Morfeo y los demás que podrían considerarse "machos", puesto que muchos en realidad son asexuados, aunque no lo parezcan y luzcan como "hombres". Prueba del protagonismo de las féminas, es que de las 2 series anexas a The Sandman, pero que tienen relación directa con la serie, son protagonizadas ambas por Muerte (El Alto Coste de la Vida, y Lo Mejor de tu Vida), acompañada por Hazel y Foxglobe, las lesbianas salidas del arco argumental A Game of You; y del único número especial de la serie, La Canción de Orfeo, Muerte juega un papel fundamental también. Eso sin contar con las cosas publicadas posteriormente, donde Muerte nuevamente toma la bandera de protagonista en A las Puertas de la Muerte, un especial tipo manga, que también enlaza eventos de The Sandman y The Children's Cruzade, además de algunos especiales protagonizados por Deseo o Delirio.
No revelaré detalles de la trama como tal de la serie, más de lo que ya he revelado acá y el otros sitios y conversaciones, basta decir que es una historia de magia y fantasía, de hadas y mundos perdidos, de sueños y esperanzas, inmortalidad y muerte, de cambio y de desesperación, de cómo pasamos de la delicia al delirio, y de cómo cumplimos nuestro destino
Cuando se anunció su fin en el número 75, cuando se anunció el fin de la historia, muchos ya pensábamos en que sería demasiado penoso que se terminara la serie. Y de hecho lo fue. Quedamos perplejos con el final de la historia, claro, pero era el final, y lo peor, un final que no querías que ocurriera, y Gaiman lo escribió tan bien, y tan odiosamente bien, tan te-odio-Gaiman-y-la-... bien, que quedas más absorto aún, y con ganas de más.
Pero han salido más cosas, derivadas de las páginas de The Sandman, afortunadamente.
Siguió la historia de Lucifer, en una se las series mejor logradas de todas las que nacieron allí. También siguieron las historias de El Sueño en sus propias páginas y con sus personajes clásicos, algunas historias de Deseo de los Eternos, Destino y otros Eternos. Y también la genial historia corta donde Muerte nos enseña de la vida, y a usar debidamente los condones, junto a su ayudante John Constantine, de lujo!! (Muerte nos Habla Sobre la Vida, búsquenla :D).
Podría decir muchas más cosas sobre ésta serie, sobre sus personajes, sobre sus historias, pero es mejor dejarles esa tarea a ustedes, y que ustedes disfruten y juzguen.
En fin, un universo (o más) lleno de historias y personajes, donde cada historia, es parte de un libro gigantesco.
Es un cómic, una serie de cómics, es una fantasía, es un libro, y vale la pena leerlo.
Vale la pena soñarlo.

REK.

jueves, 21 de marzo de 2013

Estación de Nieblas

La Estación de Nieblas
La Estación de Nieblas no es otra que una visión menos "terrorífica" del Infierno.
Estamos acostumbrados a que el Infierno se nos plantea como un lugar horerendo, con ríos de sangre y miles de almas turturadas eternamente. La estación de nieblas es lo mismo, obvio, pero con un sentido diferente. Las cosas tienen un "porque", no son "sólo proque sí". Sigue siendo gobernada por un rey, que antes fue ángel, como la mayoría sabemos o leemos, más bien. Lucifer, la Estrella Matutina, sigue al "mando" del infierno. Pero es un Lucifer mucho más locuaz y pensativo, reflexivo y que constantemente se cuestiona su propio "trabajo". No es un demonio común y corriente, de esos ya abundan en su reino por miles. Es el Señor de su Reino, y lo es no por ser el ex líder de una revolución celestial, sino porque se ha ganado el derecho de ser el amo de tantos seres y criaturas.
Al menos esto es lo que nos plantea el creador Neil Gaiman, dentro de lo que sería el arco argumental Estación de Nieblas, dentro de la aclamada y excelente serie de cómics The Sandman, a la cual ya me he referido en otras ocaciones aunque no de una manera completa como espero hacerlo un día.
Lucifer a éstas alturas de la serie ya se comporta en aquella manera particular en que lo describe Gaiman, un ser inteligente, con carácter, y con ideas y cuestionamientos sobre el universo, Dios y si mismo, y su misión y lo vivido cuando fue ángel. Tuvo un encuentro con Morpheus en los primeros números de la serie, en un enfrentamiento épico tipo "juego de rol", donde salió mal parado, y terminó siendo humillado por Morpheus en su propio reino, algo que hizo que pensara aún más sobre si mismo y el mundo a su cargo.
Por acontecimientos del arco argumental, el Infierno pasa a manos de Dios, pero obviamente nod e forma directa, sino que es regido por dos ángeles bajo las órdenes directas del creador. La Estación de Nieblas se convierte en un lugar de redención, no en una tortura barata y sin sentido, ya no se acastiga sólo porque sí, porque hay que hacerlo, sino porque de debe conseguir mejorar a las almas tortuiradas, para que sean mejore "personas". Esto obviamente no le causa ninguna gracia a las almas allí presentes, ya que consideran que ésta visión más "civilizada" del Infierno no les sirve, no es lo que buscaban, ni lo que esperaban, ni mucho menos lo que debía ser, un lugar de castigo para los que hacían el mal, en aquella idea absurda de que si haces mal debes ser castigado por ello en el infierno, como justificando todo con eso.
Y el Diablo, qué decía de ello? Nada, poco le importaba. Prefería estar en una playa australiana contemplando la puesta de sol, o en un bar tocando el piano.
Antes de todo aquello, cuando Morpheus se preparaba para ir al Infierno (algo a lo que me referí en otra entrada hace poco), debe organizar algunas cosas en su propio reino, especialmente si aquel encuentro con Lucifer terminaba de mala manera, algo absolutamente esperable dado el último encuentro. Uno de aquellos preparativos, fue visitar a un amigo (uno de los pocos que se permitía), Hob Gadling, a quien le llevó de regalo una botella de vino de más de 100 años, y con la cual hicieron un brindos.
Un brindis interesantísimo, que siempre me ha gustado, y que lo transcribo acá, para que tomen el peso de lo que dice, y lo que dice entre líneas. Y para aquellos quienes leyeron la serie, sabrán muy bien qué significa.
Les dejo el brindis, apréndanselo, medítenlo, y pónganlo en práctica.

"Por los amigos ausentes,
los amores perdidos,
los viejos dioses
y la Estación de Nieblas.
Y porque cada uno de nosotros
de al Diablo su merecido..."


REK.

martes, 19 de marzo de 2013

La Cinta Negra

La Historia de la Cinta Negra se remonta a muchos, muchos años atrás. Años que a veces recuerdo más de lo que quisiera, especialmente en éstas páginas.
Después de sucesos que ya he comentado y descrito, y que demarcaron el futuro, un futuro por aquel momento incierto, decidí llevar una especie de "luto" por lo ocurrido, algo que me dijera a mi mismo lo que había pasado, y por qué había pasado. Y también, por qué no, para que el resto lo notara, aún sin saber detalles.
Qué podía ser? Ropa negra? Por lo general ya usaba, aunque no tanto como hoy. Gorro negro? También ya usaba por esos tiempos. Entonces qué? Debía ser algún tipo de símbolo, algo que no se notara tanto, pero que se viera; algo que no llamara demasiado la atención, pero que se supiera que existía. En casa busqué qué podría servirme, y después de mucho rastrojar, por diferentes partes y en diferentes cosas, al fin lo encontré. Una cinta de terciopelo negro, que mi mamá usaba para sus cosas de costura y esas vainas. La miré y sonreí, pensando que aquello era justamente lo que buscaba, e incluso cómo iba a usarla. Corté lo que pensé iba a necesitar, y la contemplé un rato, como diciéndole que de ahí en adelante dejaría de ser una cinta común y corriente, y se convertiría en un símbolo, un emblema de tiempos tristes y sin esperanza, para justamente forjar un futuro un poco más iluminado que aquellos días oscuros. Sin pensarlo mucho, hice una vuelta en mi antebrazo con ella, y le hice un nudo simple, dejando las dos tiras sobrantes colgando. Era visible, la verdad, y supongo que llamaba la atención, más de lo que yo quería, pero justamente era una cinta como esa el símbolo que buscaba. Y no iba a dejarlo por ese detalle.
Aún quedaba mucho tiempo de sol por delante en aquellos meses, por lo que al usar poleras o camisas manga corta, la cinta luciría más. A veces, cuando no la quería con las puntas largas, las enroscaba en lo que ya estaba atado a mi brazo, y la dejaba como una cinta circular y ya, sin puntas al viento. Con algo manga larga igual la usaba, pero enroscada como lo acabo de describir, aunque no se viera debajo de la ropa. Pero la llevaba conmigo igual.
Ok, sí, entiendan, era más chico, con pensamiento menos desarrollado que hoy en día, aunque igualmente más potente que muchos, pero era un cabro chico en ciertos aspectos, y asumí que debía hacer lo de la cinta, que me enseñaría a no cometer el mismo error otra vez. Desde cierto punto de vista funcionó, no lo he cometido de nuevo, pero al final cometes errores parecidos o con aristas diferentes; con diferentes personas me he equivocado igual o la he cagado igual, especialmente con las mujeres. Pero eso es otro cuento.
Desde que puse aquella cinta en mi brazo, las cosas empezaron a caminar diferente en mi vida. Probablemente porque pese a ser un símbolo de "luto", era algo que mi mente asimilaba como superación, no sólo de etapas, sino de mi "yo" interior, de mi mismo al fin de cuentas. No es que la cinta hiciera milagros, o tuviera poderes especiales, simplemente era la actitud y el pensamiento, diferentes a como eran antes de la decisión de usar un símbolo, los que hacían la diferencia.
Sin embargo, tarde o temprano aquel símbolo comenzó a llamar la atención. Primero de mi familia, que me tildaron de enfermo de la cabeza por usar una cinta negra en un brazo "como si estuviera de luto", decían. Después los amigos... Aunque en ese plano no había tanto problema, no poseía amigos. Pero algunos cercanos personajes sí lo notaron y probablemente también me tildaron de enfermo o con algún trastorno mental. Y un día, claro, se enteró aquella persona, la causante de todo el barullo emocional y amistoso que vivía por aquellos años, y que también era la indirecta, quizás, responsable de la Cinta Negra en mi brazo.
Según los archivos, se extrañó de aquello (también pensó que yo estaba mal de la cabeza, eso seguro). También se le debe haber producido una cierta dualidad de emociones, porque se halagaba de ser la causante de que alguien hiciera algo "en honor" o "en consecuencia" de algo hecho por ella, pero también estaba la posición de que lo que había hecho estaba rotundamente mal y por algo aquellas consecuencias. Lo habrá pensado así? Habrá sido cierto que lo analizó de esa forma como dijo? Quién sabe, y ya no importa a estas alturas, si fue así o no.
Cuando nos vimos en persona, frente a frente (como nos decíamos en cartas), me consultó sobre la cinta, luego de tocarla y acariciarla levemente, como tratando de extraer información de ella en vez de mi, como si aquella cinta fuese a traicionarme y decirle muchas verdades que yo no iba a decir. Le conté a grandes rasgos la idea, omitiendo algunos pensamientos muy personales, y que no iba a revelarle como dije, menos a ella justamente. Mi miró, miró la cinta, y puso cara de que no lo podía creer. Intentó persuadirme que no la usara más, que no iba a ser necesario, pero sonriendo le rebatí que la usaría por mucho tiempo más. Sonrió y no dijo nada más. Eso según los archivos, mi memoria es frágil en ciertos puntos, he de reconocerlo aunque no lo crean.
El tiempo siguió su curso, y la Cinta Negra siguió en mi brazo. No iba a cambiar sólo porque había pasado el tiempo. Ya la gente se había acostumbrado a ver aquella cinta en mi brazo. Incluso yo mismo ya me había habituado a ella, y me gustaba tenerla ahí en el brazo.
Llegó el día en que decidí hacer algo que me habían solicitado. Ella me había vuelto a pedir que me quitara la cinta, y yo volví a decir que no. Entonces fue cuando, en vista de mi negativa, me pidió que le regalara un trozo de aquella cinta. Qué significaba eso? Que ella quería también una parte de MI símbolo? Para qué? Por qué? Qué esperaba de ello? Sólo se limitó a decirme que quería ser parte de la cinta, o que yo compartiera los motivos con ella, ya que ella sabía que era la responsable, directa o indirecta, de la misma en mi brazo. Me tomó por sorpresa, lo reconozco; no esperaba algo así, menos de ella. Y le dije que lo pensaría, al menos. Y lo hice.
Por alguna razón volvimos a utilizar el medio de cartas para comunicarnos, en una especie de reminiscencia absurda de otros tiempos, mejores, más luminosos. Y dentro de eso, accedí a su petición. Corté un trozo de mi Cinta Negra, la puse dentro de un sobre con la carta, y se la entregué. Una parte de mi símbolo, de mis motivos, de mi historia, de mi existencia, ahora era parte de ella de forma física, tangible, ya no sólo en forma de recuerdo. Nunca entendí muy bien sus motivos, supongo que era efectivamente tener una porción de historia, de toda aquella historia absurda, que pudiera tocar de verdad, y ya no sólo evocar como recuerdo. Para qué? No lo se. Pero se la di, asumiendo y esperando que le daría un buen uso, o al menos no uno malo.
Se que la cinta duró en su poder un tiempo, después no supe nada más, ni de ella ni de la cinta. La tendrá aún? Recordará lo que significó? No creo. Las mujeres no piensan como uno, claro.
Y yo? La cinta está, guardada, en un lugar que ni siquiera yo mismo hoy puedo recordar donde, y probablemente mejor que así sea. Es un objeto que adquirió cierto poder, y no quiero desatar ese poder ni esas consecuencias. Mejor que el mundo, el universo, se mantenga como está.

REK.

lunes, 18 de marzo de 2013

Visita al Infierno

Morpheus

(Extraído de mi Flog. Publicado originalmente el 23/05/2008. Editado y extendido el 17-18/03/2013)

"We do what we must, Lucien. Sometimes we can choose the path we follow. Sometimes our choices are made for us. And sometimes we have no choice at all."

“Hacemos lo que debemos, Lucien. A veces elegimos nuestro camino. A veces lo eligen por nosotros. Y a veces no tenemos elección."

La imagen corresponde a Morpheus, vistiendo su casco de batalla, hecho con el cráneo y la columna de un viejo dios derrotado por él. Se prepara para ir al Infierno a luchar por recuperar a Nada, su eterno amor. Un amor que él mismo condenó a ese mundo de castigo, de sangre y de hedor a muerte.
La frase la dice Morpheus (Sandman) a su fiel bibliotecario Lucien, refiriéndose a que, aunque no quiera, debe ir al Infierno a recuperar el alma de su amada Nada. Y sabe que ese viaje puede ser el último, ya que en una anterior visita humilló al señor de ese reino delante de todos los que allí habitan. Algo que el señor del Inframundo no olvida. Todo ésto dentro del arco argumental Estación de Nieblas, de The Sandman
Esta es una frase que se me ha venido a la mente siempre, y que siempre cobra una validez y una fuerza inusitada, un sentido obvio. La verdad es que a veces no tenemos más alternativas, y debemos hacer lo que debemos hacer, querámoslo o no. Gaiman lo dejó plasmado magistralmente en aquella frase de Morpheus, y que de paso es la escencia misma de la existencia de Morpheus durante toda la serie. Todas sus acciones se validan para él por la responsabilidad de su cargo, su ideal, su misión, y por la premisa de que las cosas se deben hacer aunque no queramos. Luchamos por lo que queremos, y eso es lo que hago siempre, aunque no siempre esa lucha rinde los frutos esperados. Pero es mejor haber luchado, que no haberlo hecho, asumo. Aunque estemos a veces en la disyuntiva interna de si lo hacemos o no. Como la clásica frase de Hamlet, "Ser o No Ser...", pienso "lo hago, o no lo hago", por ejemplo.Cuántas veces hemos actuado guiados por nuestros deseos, más que por la razón, pero visto de cierta forma también era lo que debíamos o queríamos hacer, aunque es claro que "querer" no es lo mismo que "deber". Hacemos lo que debemos por ser quienes somos. Si no lo hiciésemos, no seríamos nosotros mismos.
Muchas veces recorrí caminos son rumbo, y terminé perdido en algún jardín de esos como laberintos, muchas veces hice malas elecciones, aunque hayan sido las que en aquel momento debía tomar. Otras muchas han sido buenas elecciones, y que me han dado satisfacciones y buenos tiempos. Hay incluso decisiones buenas pero que trajeron malos tiempos, todo por un futuro mejor que aquel presenta ya pasado. No todo va a ser fácil en la vida, menos tomar decisiones complejas, esas que traen oleaje en el futuro.
Morpheus llegó al Infierno, asumiendo su futuro, el futuro que su decisión le traería. Pero las cosas no salieron como él las planeaba, y finalmente recuperó a su viejo amor, a Nada, del Inframundo, y aunque no se quedaron juntos, porque eso fue justamente lo que tampoco pasó eones atrás, tampoco hubo más daño del ya producido, y Nada siguió su nueva vida, literalmente. Aunque eso produjo muchos acontecimientos más, la mayoría inesperados. Tal cual la vida real.
Todo su viaje y sus consecuencias son derivaciones de aquella frase, de su sentido de deber y de responsabilidad. De enfrentar las cosas aunque sean malas, aunque se sepa que son difíciles. Siempre será mejor que agachar la cabeza y esconderse entre la multitud, a la vista de todos pero que nadie note que estás ahí. Como a veces digo, la frente en alto, el corazón contento, y pecho a las balas no más!
Decisiones, acciones, soluciones... Nuestra esencia.
Ahora me pregunto: Podría yo hacer lo de Morpheus, e ir hasta el Infierno a buscar un amor? He hecho cosas, pero no a tal extremo. Y ciertamente lo dudo. Nada hay más valioso que la vida misma, incluso que el amor. Además, el amor es cosa de libros. Pero si debiese hacerlo, lo haría, quizás. Y he mandado varios amores allí...
Hacemos lo que debemos.. A veces elegimos nuestro camino. A veces lo eligen por nosotros. Y a veces no tenemos elección...

REK.

viernes, 15 de marzo de 2013

La Hoja y la Carta

Es muy cierto aquel dicho o comentario, que dice que cuando buscas algo encuentras cualquier cosa menos eso. Precisamente eso me pasó hace unos días.
Buscaba una hoja perteneciente a un cuaderno de antaño, amarillento y con la tinta incluso a veces corrida con el tiempo. Es un cuaderno donde tengo escrito algo hace años, y que quería revisar y modificar para actualizar y "envejecer" de acuerdo a la mentalidad actual, y justamente la hoja que buscaba pertenecía al principio de aquel cuaderno. Se había desprendido con el paso de los años, de las lecturas, de los tironeos y arrastres en los muebles o cajones. Y cuando sucedió aquel desgarro, tuve la precaución de tomar esa hoja y guardarla, pero como muchas veces pasa, no lograba recordar dónde. Llevaba tiempo buscándola, en cajones, en cajas, en otros cuadernos con otros escritos... pero no aparecía por ninguna parte. Hasta que un día, buscando aquella hoja, encontré una carta.
Las cartas, como he dicho anteriormente, son un tesoro ya perdido en estos tiempos, son papeles que expresaban muchas cosas, cuando eran personales. Aquella espera nerviosa y ansiosa de una respuesta, y la escritura rápida de una respuesta a esa respuesta, y así hasta nadie sabía cuando. He expresado con anterioridad mi gusto por aquel sistema de comunicación, mucho mejor que los actuales, al menos  para quienes gustamos de las letras y de las personas que las escriben.
Encontré esa carta junto a otras cartas, pero por alguna razón me llamó la atención abrir ese sobre, para ver la carta, su contenido, probablemente porque no tenía remitente, sino simplemente mi nombre en el anverso del sobre, con una letra que vagamente recordé. Miré el sobre, y me fijé que estuviese abierto (algo casi absurdo, pero... Hacía tantos años que...). Y lo estaba... Miré dentro y había una hoja simple, con unas lineas escritas apresuradamente, se notaba por el trazo de las letras, y que cierta y efectivamente iban dirigidas a mi.
No era una carta como tal, así como lo dictaban las "leyes carteriles"; era una hoja escrita con un mensaje más bien simple, corto en extensión, y por lo escrito se deducía que fue por efectos del día aquel en que fue escrita, un día sin determinar de un año también sin determinar. Probablemente mediados o fines de algún año comprendido entre 1995 y 1998, quién sabe en realidad.
La carta comenzaba con una alusión al Destino, aquel cabrón que, según entiendo de la misma y de mis recuerdos, siempre jugaba  en contra nuestra y nos impedía intentar algo que el tiempo terminó por demostrar que era absurdo. Quien escribió la carta me comentaba su intención de vernos igual, y estaba ahí escrita aquella frase que ahora que la leo nuevamente después de eones, recuerdo que siempre la tuve en mi mente, siempre presente... "... Pero no sufras, yo te prometí que lucharía contra el destino y mi cansancio...". Una lucha que ahora sabemos no pudo (y probablemente no quiso), ganar. No deja de ser gracioso leer eso ahora, mil años después, sabiendo lo que pasó, las consecuencias, lo que significó todo ese tiempo. No deja de tener un tono de sarcasmo esa sonrisita que se me asomó cuando volví a leer ese papel. Y tampoco deja de ser irónico, haberlo encontrado en fechas casi coincidentes con ciertas fechas antiguas, fechas que alguna vez significaron algo, y que hoy no significan nada.
La breve carta continúa con el nuevo horario para la cita que no había podido realizarse, en un lugar "mágico", como dice la misiva, que hoy ya no existe, y no es que para mi no exista, sino que de verdad ya no existe. En el reverso de la hoja, la despedida, y aquellas palabras que había olvidado: "With love... XXXX"... Qué diablos quería decir con "with love..."? Hoy después de eones, cuando la leí nuevamente, me pareció más una carta de una mina hacia su pareja, que de una amiga a su amigo, por ciertos trazos en las líneas, ciertas palabras, y ese "with love..." ahora me hace ver las cosas con una vuelta de tuerca que sólo podría hacerlo cuando ya pasaran años desde los hechos. Amor? De qué? Amigos? Pareja? Amantes? Hoy claro no me importa, pero al leer esas líneas, me lo he preguntado. Se lo habrá preguntado ella con los años? Imposible saberlo.
Es un claro ejemplo del actuar errático e inconsecuente de las mujeres. Dicen una cosa, pero hacen otra. Nunca luchó, nunca hizo nada, simplemente se sentó a esperar como Penélope, pero sin tejer nada, a que yo hiciera todo, más de lo que como humanoide había hecho ya. Meten la mula sabiamente, y los hombres, como yo en esos tiempos, se la compramos. Hoy no compro eso, se como son las cosas, como es el universo, como son los humanos, como son las mujeres.
No recuerdo que pasó en aquella junta, ni siquiera recuerdo si nos juntamos o no. Pero al final da lo mismo, el resultado ya está y desde años. Ya no tiene sentido preguntarse cosas, analizar mucho ni poco, ni nada por el estilo. Aunque, como dije, de igual forma me pregunté un par de cosas, pero las dejé pronto.
Tomé aquel papel y lo guardé en su sobre, y lo dejé donde estaba, continuando mi búsqueda de aquella hoja perdida de mi cuaderno. Revisé y revisé y no logré dar con ella. Dónde diablos estaba aquella hoja?
Sin embargo, aquel encuentro con ese papel añoso ya había surtido cierto efecto en mi mente, y los recuerdos se asomaban y llegaban como un torrente incontrolable, y me senté unos momentos a pensar y a recordar...
Sabrá ella que tengo esa (y otras), carta(s)? Sabrá que a veces, como ese día, y pese a todo, la recuerdo un poco? Me recordará ella? Tendrá mis cartas aún (una vez me las mostró, todas)...?
La hoja que buscaba, finalmente la encontré, en el lugar más absurdamente obvio de todos... Dónde escondes un libro? En una librería... Dónde escondes una hoja de cuaderno? Junto a muchas otras hojas de cuaderno...
Y aquella carta que encontré sin buscarla, la guardé nuevamente y quizás en cuantos años no la veré de nuevo. Y con la hoja encontrada en mis manos, al fin pude seguir mi historia...

REK.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La Historia del Oso Sin Cabeza

El Oso Sin Cabeza
Eran tiempos de guerra y de paz, de compañeros y enemigos.
Estábamos enfrascados en una tensa relación política, militar y hasta religiosa, que todos sabíamos iba a terminar con un conflicto mundial con ataques a diestra y siniestra, perpetrados por miles y miles de soldados de diferentes bandos, peleando por defender ciudades, o peleando por atacar ciudades. Eran los tiempos de tensos climas de paz y  negociaciones, y terribles y duras batallas. Dentro de éste clima, durante ese proceso, nace la Historia del Oso Sin Cabeza.Y para contar su historia, tengo que remontarme a éstos tiempos más antiguos, tiempos de guerra.
Era una época donde ya existían tecnologías más que suficientes para realizar juegos "en línea", para compartir experiencias con otros jugadores a través del  ancho mundo, y muchos de éstos juegos ya proliferaban por la red desde hacía años. Uno de ellos, emulaba (o intentaba emular), burdamente al famoso juego de estrategia militar e histórico Age of Empires, donde debías desarrollar una civilización partiendo con un aldeano, y obviamente hacer aliados y enfrentar enemigos mientras desarrollabas tu maquinaria bélica y hacías crecer a tu sociedad. Este juego de Internet que intentaba tomar la idea de AOE, era de una ciudad con sus habitantes, soldados, construcciones, y debías hacer crecer tu población civil y militar lo suficiente para atacar y defenderte. Podías conquistar otras ciudades enemigas, y hacerte con sus recursos, y otros también podían atacarte a ti y debías defenderte. Jugué aquel juego en solitario por un tiempo, hasta que por cosas del destino me uní a un grupo de vecinos que ya me estaban echando el ojo para joderme la vida. Eso me salvó no sólo de ser destruido por ellos, sino de contar con apoyo para expandir mis propios territorios en favor mío y en favor de la Alianza a la cual pertenecía. La mayoría era jugadores españoles, pero también habían muchos latinos como yo, lo cual significaba una ventaja en temas estratégicos. Por qué? Porque mientras nosotros dormíamos, los españoles podrían ver nuestras cuentas en caso de ser necesario, y cuando ellos dormían, podríamos nosotros los latinos ver las de ellos. Con esa configuración nacida de la diferencia horaria, se realizaron muchas defensas y ataques coordinados que de otro modo no hubiesen sido posibles. Pasé muchas horas de noche defendiendo y atacando desde mi propio juego como del de los compañeros españoles, u otros de la Alianza en general, y debo decir que fue interesante la experiencia pero para una vez y nada más. A veces era agotador y estresante.
Bien, con ésto claro, y dejando claro también que aquel juego era disputado tanto por hombres como por mujeres, es tiempo de decir de dónde salió el Oso Sin Cabeza.
Una de aquellas mujeres, y que ejercía labores diplomáticas dentro de la alianza, aparte de ser una buena jugadora y además activa, poseía en el foro de la Alianza una imagen como avatar de un oso amarillo con unas grandes tijeras en la mano, con la cual se cortó su cabeza, la que está en el suelo a un costado de su cuerpo, lo cual siempre me pareció interesante y siempre hacía alusión a ello en los comentarios del foro. Compartimos mucho con ella, fotos, vivencias, historias; nos hicimos bastante amigos durante el tiempo que duró el juego, y más allá de él, cuando todo se había terminado en una cruenta masacre mundial. Ella fue quien me dijo que el Oso Sin Cabeza era así por la razón más obvia de todas: no quería pensar huevadas, y no quería sentimientos en su cabeza (los sentimientos son cosa del "corazón", pero todos sabemos que "ese corazón" es simplemente nuestra mente).
Eso me sacudió como concepto, y claramente está en lo cierto. Qué mejor manera de no pensar idioteces, que no tener cabeza? Solicité simbólicamente su venia para ocupar su imagen alguna vez, y ella sonriendo aceptó. Fue una gran amiga a la distancia, he de decirlo.
La historia del Oso Sin Cabeza continúa después, un par de años adelante en el tiempo, cuando ya no tenía contacto con aquella rubia valenciana, y cuando el Oso requirió ser invocado nuevamente. Se convirtió en el avatar de mi MSN por mucho tiempo, mucho más del que debío ser, pero también era divertido tener aquella imagen ahí.
El Oso Sin Cabeza representa el autoconvencimiento de la no-necesidad de sentimientos, de renegar de la condición de ser pensante y sensible, al menos en lo que a pensamientos relacionados con sentimientos se refiere. El Oso Sin Cabeza sigue siendo un ser racional, inteligente, superior, pero sin las trabas que los sentimientos significan. Es un estado avanzando de la mente donde sólo te dedicas a lo realmente importante, y dejas de lado tanto lo que te hace daño, lo que te hace sufrir, como lo que te hace perder tiempo/espacio/mente en cosas banales.
Muchas veces he usado el símbolo del Oso Sin Cabeza, en una referencia clara a mi estado mental, tal cual el Oso. Aquel Oso que se cortó la cabeza con las tijeras para no sufrir, para no sentir, y eso incluye no sólo no sentir amor, o pena, sino también para no sentir odio o rencor, algo que no todos logran entender ni valorar, de cierta forma.
Las veces que he usado el emblema del Oso Sin Cabeza, ha sido por buenas razones. Además, es una imagen divertida desde cierto punto de vista, lo cual es bastante lúdico a mi parecer, ya que simboliza bastantes cosas, eso sin incluir las cosas que la gente al verlo imagina o cree.
Aún recuerdo con alegría los tiempos con mi amiga valenciana, quien me ha permitido usar aquella imagen a través de los tiempos... Lo que se volvió de Historia a Leyenda...
La Historia Del Oso Sin Cabeza, aquel amarillento personaje que se arrebató la cabeza a la altura del cuello, y que cercenó sus sentimientos por su propio bien, y por el bien de otros...

REK.

domingo, 10 de marzo de 2013

El Jardín del Sol Rojo

(Extraído de mi Flog. Publicado originalmente el 30/05/2008. Extendido posteriormente el 10/03/2013).

"Si caminas por el jardín de Destino, tendrás que elegir, no una, ni dos, sino muchas veces.
Los caminos se bifurcan y dividen. A cada paso que das en el jardín de Destino, debes elegir; y cada elección determina futuros caminos.
Sin embargo, al final de una vida de caminar, puedes mirar atrás y ver un solo sendero tras de ti; o mirar adelante y ver sólo oscuridad.
A veces sueñas sobre los senderos de Destino, y especulas inútilmente.
Sueñas sobre los caminos que seguiste y los que no seguiste...
Los senderos divergen, se ramifican, se reconectan; algunos dicen que ni Destino mismo sabe en verdad a dónde os llevará cada sendero, cada curva, cada recoveco.
Pero aunque Destino lo supiera, no lo diría.
Destino guarda sus secretos.
El Jardín de Destino. Si lo vieras, lo reconocerías. Vagarías por él hasta que mueras.
O más allá.
Pues los senderos son largos, y ni la muerte les pone fin.
Destino, de los Eternos, es el único que entiende la peculiar geografía del jardín, distinta del tiempo y el espacio, donde el potencial se convierte en hecho.
Destino lo sabe. El libro que lleva es una guía del jardín y de los detalles del futuro-pasado.
Destino no sigue un sendero propio. No decide, no elige ninguna ramificación; su camino está trazado, definido y dibujado desde el principio del tiempo al fin de todo."

La verdad aún tengo dudas de que todo está destinado en nosotros. Pero tiene cierta lógica pensar que sí. Uno fácilmente puede decir “"le doblaré la mano al destino”", y haces otra cosa, lo contrario a lo que tenías “predestinado”, creyendo que así le doblas la mano. Pero, quién no te dice que hacerlo, era tu destino? Que "doblarle la mano al destino", era precisamente tu destino?
Hay situaciones que a lo largo de mi vida he comprobado que sólo pueden ser obras del Destino, o de un futuro prederminado, o como quieran llamarlo. A veces llego creer ciegamente que sí somos seres que nos movemos por donde debemos, no por donde queremos. Pero que creemos que es nuestra voluntad.
Una vez yo tenía amigos (sí, alguna vez los tuve, y varios, y amigas también), y dentro de ese grupo, había dos personas, un hombre y una mujer. Amigos desde antes de yo conocerlos, siempre bien, siempre riendo, siempre amigos. Nunca pasó nada entre ellos, nunca se miraron de otra forma que no fuera una mirada de amigos. Pero un día sucedió lo que todos suponíamos que un día pasaría. Se cumplió ese “destino” que todos los demás amigos sospechábamos: se hicieron pareja. Lo que no sabíamos es que eso desencadenaría una serie de eventos que terminarían por disolver el grupo de amistad.
Por la misma época, un poco después, tuve lo que se denominan “"sueños premonitorios"”. Una noche soñé que conocía a una mujer, una chica (debo haber rondado los 19 o 20 años). Soñé con ella, y soñé que por extrañas circunstancias, que no recordé y que no recuerdo (y que no quiero recordar tampoco), se convertía en una de las personas más importantes para mí. Me desperté extrañado, pero sabiendo (suponiendo), que el “destino” me tenía reservado algo. Y a los dos días, conocí una chica, cuyo nombre no escribiré, pero que sí se convirtió en alguien muy importante, al menos durante un periodo de tiempo. Supongo entonces que ese ere mi destino. Conocerla, aprender de ella, y al final terminar casi odiándola. Lástima que se dejó llevar por malos comentarios, y por personas que hasta el día de hoy, sé que la palabra “amigo” les queda como poncho. Pero el Destino se encargó de darme un gustito, un par de años después, y saborear ese dulzor de lo que llamamos venganza. Cada cual forja su propio destino, y es uno quien decide al final qué cosas te sucederán (ESE es nuestro destino).
Una de las cosas que siempre pienso, y digo, es que siempre hay que medir las consecuencias de los actos que realizamos, y también, los que NO realizamos. Todo produce efectos, todo tiene repercusiones. Todo es importante. Cuando ya han pasado meses, o años, de que te suceden cosas, te das cuenta que, de cierta forma, hay “chispas” precursoras de todo eso, cosas que en su momento no tuvieron importancia alguna, pero que vistas hacia atrás desde un futuro, notas que son importantes puntos de inflexión en tu vida. Cómo el ir por una calle u otra, puede marcar que conozcas a alguien o no, que te atropellen o no, que compres tal cosa o no. Por algo el Jardín de Destino, tiene infinitos senderos, recovecos, y bifurcaciones. Son las decisiones que todos debemos tomar (o creemos que tomamos libremente). Y, como dice el principio de este escrito, puedes mirar atrás y ver todo el pasado que tuviste, en una sola línea, de las muchas y miles que tuviste para elegir. Y si miras hacia delante, como tu futuro aún no lo vives, no puedes ver nada. (quizás tu futuro está escrito, pero no tienes acceso a él. Otros dicen que es porque tú debes hacerte tu futuro).
Muchas veces quiséramos evitar destinos sabidos, o sospechados, y lamentablemente no podemos, no tenemos el poder para ello. Muchas veces esos designios son producto de decisiones anteriores, y solamente ahí vemos que o estábamos en lo cierto en nuestra decidión, o la erramos completamente. Lo hecho no puede deshacerse, o al menos cuesta demasiado, y rara vez es posible.
Recuerdo aquella frase del Doc Brown en Volver al Futuro III: "el futuro es el que tu mismo te formes"... Y claro, es el que me formo con las decisiones que he tomado a través del largo camino recorrido, pero... Ya está escrito que así fuera... O no? Y si no existe ningún destino, ni nada y realmente vamos como dice la canción "haciendo camino al andar", y todo se va creando y formando a medida que avanzamos y nada más... Pero sería mucho "caos" si así fuera, a mi parecer...
Cuántas veces hemos pensado romperle la mano al destino, y simplemente hemos cumplido cada uno de sus designios al pie de la letra? Muchas, creo yo. Pero en cerita forma es bueno para el alma humanoide tener esa sensación de libertad, a la vez que de sentir un camino determinado. Ambas opciones pueden coexistir dentro del cerebro humano aunque claramente sean contradictorias una con la otra. Pero no es así de complejo el pensamiento y los sentimientos? 
Yo aún espero que mi Destino sea bueno, y espero que sea junto a alguien a quien quiero y me quiera. Hasta ahora, no ha sido una gran y destacada vida la que he llevado, pero es la que vivo, y me gusta vivirla. Pero podría ser mejor, y sólo depende del destino, y claro, de mis propias decisiones y determinaciones.

REK.