martes, 19 de diciembre de 2017

Les Misérables

LES MISÉRABLES

(Escrito por ahí, en el Pasado. Revisado y extendido en el Presente. Para leerlo en el Futuro)


Soy un convencido de que la buena ortografía y la buena redacción, se obtienen leyendo. Y leyendo mucho. Creo que ya lo he expresado por ahí.
Recuerdo que nunca fui fanático de "castellano" (así se llamaba antes el ramo, ahora se llama "lenguaje", creo). La verdad lo aborrecía. Siempre consideré que era inútil aprender tanta cosa que al final no iba a servirte de nada. Y además que la "vieja de castellano" no aportaba mucho a que el ramo gustase. No leí los libros impuestos en el colegio. Yo buscaba los libros rojos de Ercilla, con un resumen en hojas celestes al final. Te leías el resumen, y el 4.0 asegurado. Muchos de esos libros de colegio, después, cuando ya no era por nota, los busqué y los leí. Otros no. Algunos me gustaron, otros no. Algunos eran buenos, otros no.
Mi papá tenía un mueble simple, no podría llamarlo tan ostentosamente "una biblioteca", pero habían varios libros en él. Unos eran azul claro, pequeños, y de letras grandes y hojas blancas. Los otros eran enormes libracos azul oscuro, con hojas amarillentas y letras pequeñísimas. Los primeros eran novelillas de varios autores, unas simples, otras muy buenas, y otras complejas o que en su tiempo no entendí. No las leí todas, claro. Los segundos eran los tomos de libros excelentes, históricos de Chile, como Adiós al Séptimo de Línea, Se las Echó el Buin, Los Húsares de la Muerte, y cosas por el estilo, que leí, y varias veces, y que también han sido parte de inspiración para mi.
También me leí unos libritos policiacos de Agatha Christie, con su inspector Hércules Poirot y su Ms. Marple, que iban resolviendo silenciosamente sus casos. O a  Ellery Queen (en realidad los primos Frederick Dannay y Manfred Bennington Lee) y su personaje homónimo que resolvía los distintos casos que se le presentaban.
Después descubrí a HP Lovecraft, y su mundo de fantasía gótica, misterio y seres horrendos . También descubrí los cómics, y todo su universo de héroes y superhéroes, y otras cosas quizás más interesantes que los héroes, como muchos ya habrán supuesto o comprendido.
Y entre las cosas que descubrí, me encontré con el libro que origina éstas líneas y la imagen de hoy. Les Misérables es una novela del escritor y político francés Victor Hugo, ambientada en los comienzos de los años 1800, pposterior a la Revolución Francesa de 1789 y el Reinado del Terror de finales del siglo, el Imperio de Napoleón, y toda la vorágine de la Europa de aquellos tiempos. La obra se sitúa tanto en lugares rurales como en ciudades del sur de Francia. Cuenta la historia de Jean Valjean, un ex presidiario condenado por robar pan para vivir, y de su deseo de rehacer su vida, con bondad y altruismo. Y la historia de Fantine, una hermosa joven pueblerina, cuya vida se transforma en un infierno, luego de haber estado en el paraíso. La historia va desarrollando personajes e historias paralelas, las que van convergiendo al paso del tiempo. Los caminos de Jean y Fantine, y la hija de ella, Cossette, se tuercen y retuercen magistralmente, donde queda claro que ningún personaje secundario, es menos o más importante que los protagonistas. Algo que me recuerda a The Sandman, donde todos los personajes, por mñinimos que sean, cobran importancia y tienen vital trascendencia para la historia. El libro toca temas interesantes, como lo son la religión, el poder absoluto, la pobreza de un pueblo, y las injusticias de las clases altas, la miseria contra la opulencia, la revolución y las luchas de poder, y otros más. El libro termina como una novela romántica, contando la historia de Cossette y su amor prohibido, Marius Pontmercy. Todo relacionado con Jean Valjean y su propia historia de altos y bajos.
Sin ninguna duda, Los Miserables es mi libro favorito, junto con Adiós Al Séptimo de Línea, y ambos han sido foca de inspiración para mi en muchos aspectos, pero principal y obviamente  en la escritura.
Es una novela altamente recomendable, y además su temática, pese a estar enmarcada en hechos históricos, se aplica a cualquier época o país del mundo, sin importar nada.
Éste ha sido una especie de fusión entre mi propia historia, El Show de los Libros, y la Cultura Entretenida. Extraña mezcla, la verdad..
Les dejo una cita del mismo Víctor Hugo, dejando claro que, Los Miserables, siempre van a existir.

El humano sometido a la necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos y al infortunio para todos los que transitan por este camino.
Trabajo y salario, comida y cobijo, coraje y voluntad, para ellos todo está perdido. La luz del día se funde con la sombra y la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la ignominia. Luego de esto cabe todo el horror. La desesperación encerrada entre unas endebles paredes da cabida al vicio y al crimen...
Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto en que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico.
Ellos son "Los Miserables", los parias, los desamparados.


REK.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Ella y Ella


A ambos nos gustaba una banda en particular, una banda nacional. Eso era sabido. Lo sabíamos. Y siempre conversábamos sobre ello, pues era uno de los puntos en común que teníamos.
Nunca fuimos a un recital o una tocata juntos, que yo recuerde. Habíamos ido en ocasiones diferentes, y sabíamos lo que significaba una tocata en vivo. Pasarlo bien, escuchar las canciones que queríamos, y también compartir con la banda, por qué no? A lo largo de los años fui conociendo y compartiendo mas con ellos, principalmente con el líder, quien era fanático de Batman.
A veces conversábamos planeando ir alguna vez a una tocata juntos, fantaseábamos con eso, con pasarlo bien, con compartir ambos aquel momento sublime, para tenerlo en la memoria para la eternidad.
Pero las no son eternas, como ya se ha dicho, y como sabemos, ni tampoco son perfectas. Nunca fuimos juntos, finalmente. Aunque decir "nunca" quizás esté errado, si lo vemos desde cierta perspectiva.
Años después, comprendería que muchas cosas de la vida dependen del punto de vista con que las miremos. Pero eso no puedes saberlo a la primera, o antes de tiempo. Es el tiempo quien te da la opción de obtener experiencia, y la experiencia es la que te da la sabiduría. Al menos en teoría, claro.
Retomando el tema, la cosa es que una vez, cuando ya habían pasado muchos años, y mucha agua bajo el puente (o quizás no tanta), fui con mi pareja, y los amigos de siempre, a una tocata de esta banda, a un local cercano a donde vivíamos, cosa rara ,la verdad, pero que sucedió.
Antes ya habíamos ido con mis amigos a otros recitales o tocatas de la banda, pero no con mi pareja, quien sólo conocía algunas canciones, las más clásicas o más conocidas, pero nada más que eso. Pero con eso bastaba, además siempre era bueno conocer más. Al final nos habíamos decidido, y por ello estábamos allí aquella noche.
Dudo mucho que lo sucedido aquella noche fuese una simple casualidad. Estoy seguro que era otra de las jugarretas del Destino. Crees en el Destino? Intentas romper sus designios? Y si al hacerlo, simplemente cumples con el Destino que se te tenía fijado? Cómo sabrías entonces?
Aquella noche nos tomamos unos tragos, el local estaba repleto de gente, más que en todo su historial, asumo. Estábamos escuchando y cantando los temas, ahí cerca de la banda, cuando miré al frente y entre el público la divisé. Estaba sonriendo y también cantando los temas. Su mirada se cruzó con la mía y su sonrisa se fue desdibujando de su rostro.

Visto en retrospectiva todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Yo sólo me limité a sonreír, y miré a otro lado. Alcancé a ver que andaba con su pareja, aquel joven que haciéndose el hueón, el más imbécil de todos, le había ganado la partida a muchos, finalmente. Ella vio con quien estaba yo, mi pareja. Y mi pareja la vio a ella. Las miradas de ambas se cruzaron, entonces. Ninguna dijo nada, solo rehuyeron las miradas, y después siguieron disfrutando el show dentro de lo posible, digamos. Fue un momento extraño, pero sin mayor importancia. Hacía años que no nos veíamos, que no sabíamos nada el uno del otro, y justamente encontrarse allí, donde alguna vez prometimos y pensamos estar, pero ahora cada cual con su consorte, separados en tiempo y en espacio. No pasó más que eso, debo decir. Y mejor que así fuese. No había nada más que pudiese pasar, además. Después de esos momentos que parecieron una eternidad extraña, todo volvió a la normalidad. Cada cual volvió a disfrutar del show, a cantar las canciones, a sonreír y a pasarlo bien, dentro de lo posible, acompañado de sus parejas. Nadie comentó nada. Nadie dijo nada. Ni esa noche, ni nunca. Y así sería mejor. Total, como dicen por ahí, para qué recordar un universo que dejará de existir?

REK.

martes, 12 de diciembre de 2017

El Día que Todos Escucharon lo Mismo

Amor A La Mala

En aquellos tiempos de radio, como dicen por ahí, esos viejos días de radio local, dediqué un tema musical a una persona, a través de una de las emisoras más famosas que había en el país en aquel tiempo.
Pero hagamos algo de historia.
No habían las mismas comodidades ni regalías ni tecnologías que hay hoy, obviamente. Pero habían. No existía ni Spotify, ni Youtube, ni los reproductores MP3. Eran tiempos más simples, como alguna vez he comentado. Pero habían radio emisoras, de todo tipo, y con diferentes estilos de música y de auditores. Y si querías escuchar un tema, lo pedías a los programas radiales que te daban esa opción. Llamabas por teléfono, y salías en vivo, o dejabas tu pedido en una grabación. A veces tenías la suerte y te daban bola y largaban tu tema al aire sin dar el mensaje, solo el tema. Si tenías mucha más suerte, salías al aire y hablabas pidiendo tu tema y decías un par de huevadas más, o largaban tu grabación previa.
Como en toda índole, habían cosas exitosas, y cosas que no. Habían programas de radio exitosos, y otros que no. Y había programas que escuchaba mucha gente. Y claro, dependiendo de los horarios, lo escuchaban ciertas personas y otras no.
Un día en la mañana, muy temprano, antes de las 7 u 8, ya no recuerdo bien, desperté temprano, más de lo habitual. Estaba cuidando una casa de unos vecinos que estaban de vacaciones, algo normal para mi desde hacía años y años en aquellas fechas de diciembre y de vacaciones. Me ganaba mis luquitas, además. El asunto es que me levanté, y me puse a escuchar aquel programa radial mañanero, que siempre escuchaba antes de hacer mis cosas del día a día. Y decidí llamar. Y me respondió la contestadora automática, diciendo que dejara un mensaje y que si quería pidiera un tema. No tenía nada preparado, ni siquiera esperaba que me respondieran, aunque fuese una maldita máquina automatizada con un mensaje pre grabado, así que lo que dije en aquel momento de la mañana, me salió del corazón como se dice. Y sin tapujos ni nada. Y, como dije, hasta pedí un tema y más encima se me ocurrió la genial idea de dedicarlo.
Por qué? Ni idea la verdad. Seguramente me nació, como se dice, y ya. Sin embargo, no era una canción de amor o romántica, como se podría pensar. Para nada. Era justamente lo contrario.No, no era de odio tampoco. Pero era algo nada que ver con el amor. O al menos, desde mi punto de vista. O no? Aunque claro, ahora da lo mismo.
Después de dejar el mensaje, la dedicatoria, y la canción, corté el teléfono, y seguí haciendo mis cosas. Al rato salí, dirigiéndome donde estudiaba en aquellos años. Y allí fue mi sorpresa, cuando mis compañeros comenzaron a molestarme que me habían escuchado en la radio, que el tema, que la dedicatoria, que la persona, que esto y lo otro. Ahí recién vine a comprender lo que había pasado. Lo que había hecho. Justamente tuve la suerte (o mala suerte?) de que ese día muchos de mis compañeros, e incluso otra gente aparte (de eso me enteré después), había escuchado aquel programa aquella mañana, y obviamente reconocieron mi voz, aparte de mi nombre, y se enteraron de aquello. Jamás se me pasó por la cabeza que pasaría eso. Y bueno, si tampoco era tan malo, qué importaba? La verdad me dio mucha risa el tema. Había días que nadie escuchaba aquel programa, de mis compañeros o conocidos me refiero, pero justamente ese día todos lo escucharon. Cosas del Destino, supongo.
Intenté restarle importancia al tema, además que no lo tenía tampoco. No pasaba más allá de una anécdota, algo extraño y divertido. Para mi, al menos.
La persona a quien dediqué el tema también lo supo. No creo que haya escuchado el programa, no era su onda musical, aunque si conocía del ambiente y de la música, pero seguro alguna de sus amigas se lo comentó. O alguien más. Le divirtió, claro, lo tomó como correspondía. Aunque, muchos años después, aún se recordaba de ello.
Fue la primera y única vez que he dedicado un tema así masivamente, por la radio, en aquellos tiempos, y que más encima me escuchara tanta gente. Y, además, ni siquiera era un tema de amor. Pero fue la única, y eso es algo.
Una anécdota de mi vida, como hay muchas, y de muchos temas e índoles distintos.
Dedicaría ahora algún tema musical? Es muy probable que sí. Pero nunca lo haría como aquella vez. No por miedo, o vergüenza. Sino porque quizás los temas que dedicaría, no los pondrían en una emisora.



REK.

PS: La escucharás, de vez en cuando, y recordarás, que te la dedicaron?