martes, 3 de julio de 2018

Compartiendo con la Oscuridad

Nos caímos mal desde el principio. La verdad sea dicha.
Mucho me habían hablado de aquella mujer, ni para bien ni para mal, simplemente me habían hablado. Había escuchado muchas cosas. Quizás la gente pensó que, si nos conociéramos, nos íbamos a llevar bien. Pero no fue así. Cosas del Destino, supongo.
Ingresé a un grupo de gente que ya estaba formado de antes, con el tiempo y e rigor de las juntas. Empecé como nuevo, pero me di a conocer rápidamente y entré fácilmente a relacionarme con aquel grupo muy homogéneo de personas. Hombres, mujeres. jóvenes, mayores. De diversos pensamientos generales y particulares. De distintos lugares, de lugares cercanos, y un largo etcétera.
Pese a como era, caí bien, supongo, y me aceptaron rápidamente en el grupo grande, más general, pero también en el círculo más  íntimo, donde sólo habían personas de la ciudad, para juntarse más a menudo, donde existía cierta cofradía, cierta confianza, diferente a como era con el resto.
Hubo una junta masiva, donde vino mucha gente inclusive desde fuera de la ciudad, en un local de tenedor libre, con trago y todo. Allí llegó ella, con todo su desplante, saludando a todos los que ella conocía, que claramente conocía en persona desde mucho antes que yo, y aunque para mi no era la primera vez que veía a esa gente, si era la primera para ver a algunas, ella incluida.
Como dije, llegó con todo su desplante, toda su personalidad, y caro, estaba en confianza con su gente, pero para mi que no la conocía, me pareció en extremo pedante, sobrada, con una actitud de "aquí te las traigo Peter", que me cargó de entrada. Era como que se creía una diva, qué se yo, alguien tan importante, cuando era en realidad alguien de lo más normal.
Por lo que hablamos después, a ella le pasó algo similar conmigo, le caí mal, siendo que yo soy lo más simpático del mundo...
El asunto es que nos caímos mal. La primera impresión, que es la que muchos dicen que vale más que ninguna, fue pésima. Y muy dificilmente eso iba a cambiar. Para qué, además.
Algunas de las viejas celestinas del grupo, posterior a la junta, me preguntaron al tiro que cómo había encontrado a la "Kari", que qué me había parecido. Y dije la verdad, claro. Que me había caído como las reverendas pelotas. Quién se creía? Una diva? Las viejujas se rieron por mis dichos, seguramente ella había dicho algo similar sobre mi, aunque eso, claro, me daba exactamente lo mismo.
La cosa quedó ahí, no pasó a nada, y cada cual siguió su rumbo sin acordarse ni preocuparse del otro.
Sin embargo, el Destino quería otra cosa.
Tiempo después, en el chat, nos volvimos a encontrar. Y por alguna extraña razón, después de un saludo casi protocolar y por obligación, ella e mandó mensaje privado saludándome. Me extrañé obviamente. Para qué? Pensé. Pero respondí, como debe ser. Comenzamos una breve conversación, ya no recuerdo sobre qué, probablemente sobre cosas sin mayor importancia. Pero cada cual estaba ocupado en sus propias cosas, así que terminamos rápido de habar, al menos esa primera vez. Y entonces, no me pareció tan antipática, tan arrogante, tan sobrada. De hecho, fue como "entretenido" hablar con ella en privado, conversando en buena onda, y al publico seguir haciéndole creer que nos teníamos mala y que no nos pescábamos. Porque, claramente, eso se hizo una costumbre y una cosa de días. Me refiero a conversar con ella. Y como dije, mientras más conversábamos, menos mal me caía. Es más, más me interesaba. Porque, siendo honestos, es una de las personas mas clever que vi en un chat (exceptuando la muertita, la Andrea, que se las lleva por lejos a muchas). Era muy interesante conversar con ella, podías hablar de muchas cosas, y sin aburrirte, o podía seguirte el tema fácilmente.
Un día, así de la nada, ella me propuso juntarnos (fue una relación donde ella claramente tomaba la iniciativa en casi todas las cosas, se darán cuenta). Yo quedé más que sorprendido, pero acepté. Me intrigaba saber las razones para ello, además como dije, ya me era entretenido conversar con ella, así que, por qué no? Y también ya habíamos pasado la barrera de conocernos en persona, lo habíamos hecho en aquella junta con los demás.
Nos juntamos, claro. Y fue todo muy raro. No raro de malo. Sino raro de bueno, de "novedoso", si existe eso. La principal razón era que, de habernos caído tan mal en el principio, estábamos ahí, solos, por voluntad propia, juntándonos como si fuésemos partners o grandes amigos de años. Pero sí, ahí estábamos, por mas inverosímil que pareciese. Pues ciertamente jamás habíamos pensado que eso pasara.
Sin ahondar mucho en detalles, terminamos saliendo muchas veces, aunque claro, en las primeras ya habíamos sentado las bases de ser "pareja". Se convirtió en eso, en mi pareja, mi novia, mi andante, y yo de ella, obvio. Lo mantuvimos en secreto un tiempo, como dije, era divertido ver como la gente asumía que no nos tomábamos en cuenta, que nos "caíamos mal), cuando la realidad era que nos tomábamos mucho más que en cuenta, y que nos "caíamos bien", si ya me entienden
Nuestra relación siempre fue extraña, pero  de esas extrañas buenas, aunque siempre tuvo una carga de incertidumbre, pues nunca pensamos más allá de el hoy o el mañana. No porque no quisiéramos, sino que muchas circunstancias lo hacían así, que no detallaré acá tampoco. Baste con saberse.
Lo pasamos bien, siempre. Nunca tuvimos una discusión, una pelea. No digo que fuera algo perfecto, no lo era, pero por otros motivos. Dije que era una relación extraña, no? Pero me gustaba, y por ende me gustaba su compañía.
La vida y el tiempo pasan, y así como las cosas llegan, también se van. La relación se terminó, como todo en mi vida. Pero fue una experiencia mas que agradable, y ya dicho, lo pasamos muy bien juntos. La vida no es justa, pero quizás tampoco es que deba serlo, simplemente "es". Aunque mirando en retrospectiva, la verdad es que se me ha ido cargando la vida a lo negativo, a las relaciones incompletas, o finalizadas.  Quizá el amor real no existe, quien sabe. NO creo más, tampoco. Pero  en el sentimiento, en las personas.
Ella? nunca me mintió, nunca me engañó. Siempre me dijo las cosas como eran, siempre le dije yo como eran las cosas de mi parte también, y eso le da un plus a las cosas. La verdad siempre se agradece. Y justamente eso es algo que le agradezco a "Kari" (nunca fue su nombre, obviamente, pero todos la llamaban así, excepto yo que la nombraba de otra forma). Siempre dijo las cosas, siempre la verdad, y eso no todas pueden decirlo, cierto?
Caminé con la oscuridad por ese tiempo, con sus ropas oscuras, con sus cosas oscuras, con su pelo oscuro, con su vida oscura, y con la mía también, con mi vida y mis ropas oscuras. Y me gustó hacerlo.
La oscuridad era nuestra, y por todo el tiempo que estuvimos juntos, fue una oscuridad especial.

REK.



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