viernes, 11 de octubre de 2013

Journey: Un Viaje Maravilloso

Journey, un viaje más allá de lo esperado.
Dentro de los temas interpretados por Video Games Live en su reciente visita a fines de septiembre, apareció la música de un juego desconocido para mi, y que llamó mi atención no sólo por la música magistral que tocaron, o por la brillante interpretación de Laura Intravia en la parte vocal, sino por los comentarios que hacían unos tipos sentados en la fila de atrás y que comentaban el juego en sí.
El mundo de los videojuegos está lleno de títulos con acción, e incluso violencia (explícita en algunos casos), y son pocos los que se escapan a ésta regla. Mal que mal, la acción es la divertida, la que vende. Poca gente quiere juegos "fomes". Con la llegada de las nuevas consolas de última generación (Xbox360 y PS3), se desarrolló más el concepto de jugar en línea con otros jugadores del mundo, algo que obviamente ya existía en PC. Ello significaba comunicarte e interactuar de formas claras con otra u otras personas al otro extremo del mundo inclusive.
Journey, el juego al que me referiré, escapa no sólo a esa regla. Sino a todas.
El juego comienza y podemos controlar a un personaje algo extraño. Si bien posee ojos es lo único que podemos distinguir de su rostro, y aunque vemos sus piernas, no se ven sus brazos, pues siempre están escondidos bajo una especie de poncho rojo con dibujos amarillos en su borde inferior, con una capucha que cubre su cabeza. Sus piernas son simples "palitos", sin distinguirse pies al final de ellas, sólo unas puntas. Si bien los brazos no se ven, se aprecia que los posee, ya que los extiende bajo el poncho cuando vuela, usando el poncho como alas. Por lo mismo no puede gesticular con las manos, y sólo se vale de unos sonidos como lenguaje.
El juego consiste en controlar a tan peculiar personaje, llevándolo a través del mundo, para que cumpla un viaje especial. El juego parte desde un desolado desierto, y a lo lejos se ve la silueta de una montaña con un chorro de luz saliendo desde su cima hacia el cielo. No hay ninguna indicación, sólo debemos suponer que ese es nuestro destino, y caminamos hacia él. Se ve simple, llegar a la montaña como se dice, pero pese a que igual el juego no es tan complicado, tiene detalles interesantes que lo hacen un juego único.
No existe una barra o un contador de energía o de salud. No hay indicadores de ninguna especie en la pantalla. No hay un mapa que nos guíe. No existe una brújula (sólo podemos usar la montaña con luz, como indicadora del "norte"). No hay textos, no hay diálogos, no hay nada. Unos simples indicativos al principio del juego, donde nos enseñan a volar, y a "hablar" o emitir un "grito" para activar ciertos elementos del juego. Nada más. El resto del viaje es con la música de fondo, los sonidos que hace nuestro personaje al caminar por la arena, o de ciertas criaturas que van apareciendo por el largo viaje.
Nuestro personaje posee una "voz", representada por un sonido y unos símbolos que aparecen cuando presionamos un botón, y para cada jugador eso es único, y es la manera de comunicarse ya sea con otros personajes, o con ciertos elementos del mundo, como dije. Porque pese a que es un viaje en solitario, es posible realizarlo acompañado, ya que podemos encontrar a otros viajeros por el mundo, cuando jugamos conectados a la red de la PSN. Aún así, el juego mantiene la idea de que no hay comunicación entre los jugadores, sólo entre los personajes, que se comunican con sus silbidos y pitidos, y sus símbolos al hablar, y es lo único que los jugadores pueden usar para darse indicaciones o señales de que sean seguidos, para hacer notar la presencia de algún objeto, o simplemente para avanzar. La verdad es complejo hacerte entender, o tu entender lo que los otros quieren decirte, sin diálogos ni textos ni chat de voz ni nada. De hecho los personajes no tienen nombre. Y todos son iguales, salvo los dibujos del poncho, que mientras más viajes completos, más dibujos posees, y por los símbolos de su "lenguaje", que son diferentes. Tampoco sabes con quién estás interactuando, ni los otros saben quién eres tú. Sólo al final del viaje, el juego te revela a los viajeros con los que te has encontrado. Al viajar acompañado, los personajes avanzan de nivel juntos, y comienzan juntos el siguiente nivel. De ésta forma, es posible completar todo el viaje con un mismo compañero, o con diferentes, depende de cuánto tiempo te tomes  tú en jugarlo, o si se desconectan tus compañeros. Sabrás que es el mismo, o que cambió, por los dibujos de su poncho, o más concretamente pro los símbolos que emite al "hablar".
Los personajes se encuentran unos símbolos brillantes por el viaje, que sirven para extender la parte trasera de su capucha, dejándola como la cola de una bufanda. Mientras más símbolos encuentres por el camino, más larga será la bufanda de tu personaje. Para poder usar la bufanda en vuelo, se valen de unas especies de trapos volantes, como con vida propia, que están flotando en grupos en algunos sectores del mapeado, los cuales se acercan cuando tu te acercas a ellos, y te "cargan" la bufanda con símbolos, que puedes usar como "energía" para poder volar. Estos símbolos se van borrando de la bufanda, a medida que los usas para el vuelo. Obviamente los puedes volver a cargar en tu bufanda, acercándote a los trapos voladores. La idea es tener la bufanda lo más larga posible, para poder volar más lejos, así evitar caminar tanto, que lógicamente es más lento. También existen criaturas de trapo, que son de las mismas telas del poncho de tu personaje, y de los trapos voladores, pero que tienen vida propia y pueden volar por cualquier parte del mapa, e incluso seguirte (los trapos chicos sólo se mantienen flotando en el mismo lugar sin moverse de allí). Después aparecen criaturas mucho más grandes, que nuestro personaje puede usar para subirse en ellos y volar a otros lugares. Al llegar al final de cada episodio o parte del viaje, nos encontramos una especie de altar, donde los personajes se sientan a reflexionar o rendir honor, a unos personajes como ellos, pero mucho más grandes y de ropas y cara blanca, como dioses, o algo así. Estos seres les revelan unos lienzos donde se cuenta la travesía de los personajes, ya sea resumiendo en dibujos lo que ya pasaron, o lo que se viene en la siguiente etapa. Luego de ésto, se abre una puerta y los personajes pueden pasar al siguiente nivel.
Si bien el juego comienza en el desierto, con el tiempo puedes llegar a una ciudad olvidada por el tiempo, pasar por mundos subterráneos, y por la nieve y el mal clima cuando finalmente vas subiendo la montaña para llegar a la luz en la cima.
Si viajas solo, tienes la ventaja de parar cuando quieres a recorrer el paisaje, a descubrir secretos por ahí, a ver otras cosas. Pero también tienes la desventaja de tener que hacer todo tu, y a veces es necesaria la ayuda, especialmente en algunos vuelos que si bien son posibles, es más fácil con un colega de viaje.
Al hacer el juego en compañía de otro viajero, las cosas son un poco más rápidas, ya que los personajes pueden recargar sus bufandas de símbolos para volar, sólo con acercar los personajes uno al otro, cosa que cuando viajas solo obviamente no puedes realizar. También sirve para intercambiar conocimientos del viaje, como la presencia de símbolos de difícil acceso, o de glifos que sirven para obtener ciertas recompensas. Al final del viaje, justo antes de llegar a la luz, hay un sector con arena, como un indicio de la arena del desierto donde comenzaste la travesía. Si viajas acompañado por otro jugador, algunas veces estos realizan un dibujo en la arena con los pies del personaje, a modo de despedida, de agradecimiento, o simplemente de camaradería, y es la única forma que puedes expresar algo en todo el juego, y a alguien a quien no conoces, además. Un corazón, una simple flor, una estrella, una letra... Son usados como mensaje a un desconocido, en un juego donde tuvieron que acompañarse para hacerse las cosas más simples.
La verdad es un juego sublime, brillante, emocionante, y completamente diferente a todo lo que uno pueda estar acostumbrado en el mundo de los videojuegos. Esa magia que se produce al tener una comunicación especial con el otro jugador, es única. No sabes si esa persona es hombre o mujer, si es alto o chico, no sabes su nombre, ni su nickname, ni qué edad tiene, nada, absolutamente nada.
El apartado de la música, que fue por lo que conocí el juego finalmente, es otro punto. La banda sonora está hecha  de tal manera que todo calza perfectamente con el juego, desde el principio hasta el final. Cada detalle del personaje o su interacción con el entorno, encuadran de manera perfecta con la música, ya sea un salto, el encuentro de alguna criatura, de alguna ruina, del clima, y un largo etc. Como si la música fuese a tener consciencia de lo que ocurre en el juego, y liberara las melodías precisas para lo que haces. El disco del Sountrack es una obra maestra, y nadie debería perdérselo, sin duda. Obviamente quienes lo hemos jugado, lo apreciaremos mejor, de una forma diferente, ya que podemos evocar los recuerdos de nuestro o nuestros viajes, pero cualquier persona puede disfrutar esta magnífica pieza musical, de las más hermosas que he escuchado para un juego. Está compuesta por Austin Wintory e interpretada por la Macedonia Radio Symphony Orchestra, y la única palabra que se puede decir de ella es: excepcional. Aunque podría añadir: magistral, sublime, mágica, y un largo etcétera.
El viaje de Journey nos lleva por unos parajes preciosos, llenos de vida, pese a ser siempre lugares abandonados y en ruinas, sacando el máximo provecho al motor gráfico de la PS3. Paisajes llenos de aquel especial tono amarillento o café del atardecer cuando el sol cae. O una oscuridad casi absoluta, donde sólo vemos algo de luz azul, o los símbolos de los personajes cuando viajas acompañado y caminan juntos... La parte de la montaña, con los personajes subiendo por la nieve, es magistral, sublime, te mantiene en vilo, espectante, emocionado... Una maravilla la verdad.
Yo por lo general soy de los juegos más tradicionales, con acción, con violencia, pero Journey me ha maravillado con sus colores, con su música, su mística, su ambiente y su trama, y con su idea diferente de que se pueden hacer juegos de ese tipo, y con resultados geniales.
Los que busquen juegos de acción, los que sean fans de esos bodrios llamados "Call of Duty", y toda la mierda que los ha seguido, y que ha cagado a otros juegos (como he comentado antes), no tienen nada que hacer acá. Éste es un juego tranquilo, aunque tiene partes más emocionantes, pero en general es pausado, donde el ambiente te obliga casi a detenerte a mirar, a recorrer los diferentes mundos. Donde al llegar al final del viaje, al llegar a ese mundo lleno de imágenes preciosas, de música festiva y épica, donde comprendes que el final valía la pena, y sólo quieres quedarte ahí para jugar, para hacer que tu personaje juegue ahí, disfrute, se divierta, que se merezca ese tiempo después de su largo camino. Y tu también, de paso.
Journey, el maravilloso y místico viaje del personaje del poncho rojo con bufanda para llegar a la montaña y encontrarse con su destino, también ha significado un inesperado viaje al interior de mi mismo, por mis propias emociones a niveles que no experimentaba hace siglos...

REK.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amor me encantó la música de este juego ese día, y los tipos de atrás alucinaban con él ajajajaja, ya quiero ir para que me enseñes más sobre este. Como siempre una excelente historia de mi escritor favorito. Te admiro enormemente, me siento orgullosa de ti y feliz de que estés conmigo. Sigue adelante con tus historias, me encanta leerlas me las deboro :$ ajajajajja.
Nos vemos en la próxima :)