sábado, 26 de julio de 2008

Las Cosas Que Me Gustan... Juegos.

Imagen de fantasía, con el duelo entre Link (The Legend Of Zelda) y Cloud (Final Fantasy)

Otra cosa que me gustan, son los video juegos. Desde chico, obvio, y hasta ahora, un poco más crecidito. Soy de la generación de los ATARI, de los cartuchos y los joysticks que poseían un solo botón. Por esa época, siendo yo un niñato, estaba en boga el Atari 2600, una consola antiquísima, pero que poseía miles de juegos, y la mayoría adictivos. Recuerdo el juego de los misiles, donde caían unos “píxeles” (eso eran, no eran misiles como lo serían hoy en día), y uno con una mira apuntaba y disparaba las baterías antiaéreas para que los misiles no dañaran nuestra base. La gráfica es de una 2600, no podemos pedir más, pero para aquella época eran la sensación. Daba gusto jugar esos juegos, porque pese a lo simple de sus movimientos, tenías la acción “en vivo”, tú movías tus personajes o lo que fuera, y por culpa tuya o alguna mala determinación, perdías.
Yo participé de esa época como un simple espectador, que a veces jugaba en alguna casa de un pariente o amigo que poseía una de éstas máquinas, pues en mi casa las cosas no andaban como para comprar eso tan “caro”.
Después de eso, vino la época donde conocí el Atari 800XL, un computador personal que además podías cargarle juegos. Un computador genial para los tiempos, donde podías aprender a programar y hacer algunas cosillas en BASIC, y podías jugar también. Una vez hicimos un juego tipo Pac-Man con un compañero del colegio. La verdad él ya traía mucha de la base del juego, y ahí terminamos de amononarlo y de probarlo. La verdad era el Asterisco (*) como Pac-Man, y se iba comiendo signos peso ($) por la pantalla, controlado por las flechas del teclado y evitando chocar con los bordes de la pantalla. Era simple, y con menos gráfica que el Pong, pero funcionaba y era divertido. Además si lo hacía uno, era algo jajaja. La verdad tengo buenos recuerdos de ésa máquina, pasé horas jugando y programándola, y lo pasé muy bien. Luego un vecino se compró el Atari 65XE, la versión nueva del 800. Casi igual, pero un poco más bonito, con un tono gris y un diseño más moderno. Había una montonera de juegos para esta consola-computador. Mucho mejor gráficamente que la vieja 2600, pero que mantenía el joystick de 1 botón y por lógica los comandos simples. Juegos emblemáticos como el mítico Montezuma, o Bruce Lee, o el Black Lamp, o The Great American Race, y muchos otros, aún los recuerdo y a veces juego en el emulador.
También jugaba en las máquinas arcade, las grandes y clásicas que uno jugaba en locales como los famosísimos Entretenimientos Diana. Me gasté mucha mucha plata en esas máquinas, tanto en los videos que había cerca del barrio, como en los del centro de Santiago, donde estaban las últimas novedades, aunque las fichas fueran más caras (en mi casa hasta $5 costaban me acuerdo, mientras que en los Diana rondaban los $15 o $20). Ahí, en los videos del barrio, dejé mucho de mis primeras platas de cabro chico, y después de no tan chico, jugando en esas máquinas de antaño, en el negocio atendido por Don Chifla (gran personaje!!! Viejo Cul...!!!), donde me trataban pésimo por ser buen jugador y durar harto. Viejo de mierda, decía que yo no le salía rentable porque con una ficha duraba mucho rato, y no me vendía nada, para yo no jugar. Eso me pasa por ser tan capo :D. En el que siempre duraba harto, eran en uno llamado Solomon’s Key. Era un juego de unas 45 etapas, donde una hechicera iba buscando una llave para abrir una puerta y pasar al siguiente nivel. Yo llegaba hasta la 30, algo así, y uno se demoraba en llegar, por eso el Viejo de los Videos alegaba. Después aprendí en otra parte a pasar más pantallas, hasta que un buen día lo terminé por fin. Pero el que más duraba, y que por ese empezó el Viejo de los Videos a molestarme, fue el The New Zeland Story. Un juego con pinta muy infantiloide, pero más complicado que la cresta para jugarlo. El asunto es que una morsa gigante se rapta un montón de pollos, pero uno se escapa, comenzando la travesía por las islas de Nueva Zelandia, para ir rescatando a sus camaradas pollos (nota aparte merece el pollo que estaba fumando, notable!). Como ven, el argumento es de cabros chicos, pero cuando lo juegas, y avanzas en el juego, te das cuenta que termina siendo más difícil de lo que su apariencia decía. Había un truco que descubrí, más bien que inventé y puse en practica, por ende más me demoraba, y eso hacía que el Viejo de los Videos hueviara más aún. Después aparecieron juegos como Final Fight, o el legendario Street Fighter, juegos que me quitaron harto tiempo jugando también. Y con el SF se armaban las “mafias” y todo eso, pero en esa época ya era cuando yo estaba más grande e iba a otros videos, no a los de Don Chifla. En esos otros videos conocí harta gente, en especial hartas chicas, porque pese a que el juego era standard, el juego siempre era visitado por las féminas. Raimais, era el título, y yo lo terminaba (para variar), y le enseñaba a las chicas las mejores formas de jugar. Todo un galán del juego jajaja. Otro juego de ésa época, fue el Punk Shot. Un juego “deportivo” de basketball en parejas, conde debías ganar a la máquina o a otro jugador haciendo puntos con un tiempo específico por partido. Claro que la cosa era dar zarta de golpes y patadas, al tiempo que hacías jugadas. Era muy adictivo, y me pasé mucho tiempo perfeccionando técnicas y diferentes combinaciones de jugadas para sacar más y más puntos. Yo tenía todos los records grabados en la máquina, pero quería seguir haciendo más. Hasta que una vez un tipo me desafió. A ver, antes de eso, dejaré algo en claro. Siempre he pensado que cuando uno es bueno, o muy bueno en algo, sea lo que sea, siempre hay alguien mejor que tú. Pero en ese juego, el Punk Shot como dije, yo era ese alguien. Dudo que hubiese un tipo mejor que yo para ese juego, en cuanto a puntos por partidos, y técnicas y jugadas espectaculares. Modestamente lo digo, pero hay miles de testigos, claro que ubicarlos sería un poco difícil. Bueno, volviendo al punto, el tipo me desafió. Yo lo quedé mirando (no solo yo, sino quienes me conocían también), y le dije “estás seguro?”. “Sí”, respondió decidido. Ese juego nunca lo olvidaré, hice más puntos que nunca, y con jugadas espectaculares. Y el tipo, ni por asomo podía igualarme, pues ni jugó bonito, ni mucho menos me alcanzó en puntos. Desde esa vez, y con méritos de sobra, me titularon el Rey del Punk Shot. Muy honorario, si tomamos en cuenta que uno siempre iba ahí a jugar y mucha gente te conocía. Pero bueno, son ahora casi unas historias tontas, pero historias de una época mucho más entretenida, mucho mejor y más divertida, y claramente mucho más sociable que la que ahora vivo.
Las “mafias” del Street Fighter fueron un caso aparte. Yo jugaba con Blanka en el SF II, y otros tipos jugaban con otros personajes, y al final terminamos armando una de las mejores mafias de esos videos. Éramos hartos, mínimo uno por personaje, que jugábamos juntos y contra nosotros mismos, si al final nos conocimos perdiendo fichas peleando entre nosotros. Cucufato, el Huaso, el Henry, el Manotas, Yo, N~, R~ (los mismos de mi historia de Sueño de una Noche de Verano), el Hijo del Huaso (no era su hijo real, sino que siempre le ganaba jajaja), y muchos otros que ahora se me escapan, formamos un agradable grupo de compañeros de juegos, donde aprendimos a jugar con las técnicas de los otros, y a hacer camaradería.
Bueno, volviendo al tema que son los video juegos, después de ésa etapa, vino la época en que salí del colegio, y cuando empecé a trabajar, una de las primeras cosas que me compré fue la PlayStation. Yo ya la conocía, porque un amigo la tenía y jugábamos con los amigos del barrio ahí. Asi que me decidí y me hice con una PSX, la grande gris, el modelo más antiguo, no la PSOne que salió después. Ahí comenzó otra etapa en lo que a juegos se refiere, con mucha más tecnología, y con una mayor variedad de juegos. Empecé jugando por el Tomb Raider, y después el clásico Final Fantasy VII, que me llevó a conocer lo grandioso de los juegos RPG. FF VII es un juegazo por donde se le mire. Una increíble historia, entretenido, larguísimo (3 discos y más de 100 horas garantizadas de juego), y con miles de secretos y misiones en las cuales entretenerse (mi nicksillo viene de ese mundo fantástico y endemoniado, llamado FF). Mi PSX fue una gran adquisisión, puesto que cambié radicalmente las máquinas arcade, por ésta consola. Así disfruté (y aún disfruto) muchos juegos, muchas cosas, y pasé grandes momentos con amigos jugando torneos de fútbol, dándonos de golpes en el TekKen, o simplemente compartiendo el rato de jugar RPG ayudado por ellos que se fijaban en detalles que yo podía pasar por alto. Aún conservo los juegos y las cajas de los CD de mi PSX, algunas veces agarro uno y juego un rato en el emulador del PC, o en la musma PSX. Los conservo proque algunos son geniales juegos, y que pese a haberlos terminado, siempre te dan algo nuevo, una arista nueva o simplemente la diversión de jugarlos.
Después, con el tiempo, llegó la PS2, la cual me compré con una plata extra que saqué coando trabajaba en el D&S, no hace muchos años atrás. Esa plata no contaba en mis planes, por lo mismo la gasté en mi preciada PS2 (gasté más platas en otras cosas también, no todo es juego eh). Más tecnología, juegos interesantísimos y más largos, u mejor gráficamente. Sigo jugando juegos, pero menos seguido que antes. No sé si por falta de ganas o qué, aunque cuando me da por un juego, no lo suelto. Así pasó con Ace Combat 5 y 0, que no los solté hasta que saqué lo más que podía sacar. (si me conocen, sabrán que de ahí viene un apodito que tengo). También poseo una Nintendo GameCube, pero aún la mantengo con un solo juego, el Rogue Squadron II. Interesante y adictivo juego basado en el Rogue Squadron (Escuadrón Rojo, como lo tradujeron al español, aunque en realidad Rogue es Bribón, o Granuja, algo así), el escuadrón al que pertenece Wedge Antillies y Luke Skywalker en Star Wars. También tengo una Nintendo64, y la tengo por dos juegos en específico: The Legend Of Zelda: Ocarina Of Time, y Majora's Mask. Son unos juegazos que me encantan. Incluso los Zelda de Nintendo o SuperNintendo ya eran interesantes, y con la gran mejor gráfica y el potyencial del juego, los de la N64 son espectaculares. Creo que con las sagas de Final Fantasy, The Legend Of Zelda son los juegos que más me gustan de todo el gran catálogo que tengo, sumando todas las consolas. Claro, tengo los Tomb Raiders, tengo los Gran Turismos, tengo los Metal Gear Solids, los Resident Evils, etc etc. Grandes sagas de juegos, pero los FF y los Zelda, claramente son mis favoritos.
Ahora hay una nueva generación de consolas, pero aún no me hago con ninguna de ellas, por el vil dinero, y proque ahora no las necesito o no las quiero. Pero probablemente las querré, y quizás las compre. Será que se me está pasando el amor por los juegos? O es una clara señal de que me estoy poniendo viejo? (al menos mi corazón siempre fue viejo, pero no yo entero :S)...
Los juegos de video han marcado importantes etapas en mi vida. Claramente no son lo más importante, pero son lo los hobbies y cosas que más me gusta hacer...

REK.

No hay comentarios: