Un mundo onírico, donde nos involucramos con nuestros propios pensamientos...
Un mundo de Fábulas. Un mundo de Reflejos.
miércoles, 13 de diciembre de 2017
Ella y Ella
A ambos nos gustaba una banda en particular, una banda nacional. Eso era sabido. Lo sabíamos. Y siempre conversábamos sobre ello, pues era uno de los puntos en común que teníamos.
Nunca fuimos a un recital o una tocata juntos, que yo recuerde. Habíamos ido en ocasiones diferentes, y sabíamos lo que significaba una tocata en vivo. Pasarlo bien, escuchar las canciones que queríamos, y también compartir con la banda, por qué no? A lo largo de los años fui conociendo y compartiendo mas con ellos, principalmente con el líder, quien era fanático de Batman.
A veces conversábamos planeando ir alguna vez a una tocata juntos, fantaseábamos con eso, con pasarlo bien, con compartir ambos aquel momento sublime, para tenerlo en la memoria para la eternidad.
Pero las no son eternas, como ya se ha dicho, y como sabemos, ni tampoco son perfectas. Nunca fuimos juntos, finalmente. Aunque decir "nunca" quizás esté errado, si lo vemos desde cierta perspectiva.
Años después, comprendería que muchas cosas de la vida dependen del punto de vista con que las miremos. Pero eso no puedes saberlo a la primera, o antes de tiempo. Es el tiempo quien te da la opción de obtener experiencia, y la experiencia es la que te da la sabiduría. Al menos en teoría, claro.
Retomando el tema, la cosa es que una vez, cuando ya habían pasado muchos años, y mucha agua bajo el puente (o quizás no tanta), fui con mi pareja, y los amigos de siempre, a una tocata de esta banda, a un local cercano a donde vivíamos, cosa rara ,la verdad, pero que sucedió.
Antes ya habíamos ido con mis amigos a otros recitales o tocatas de la banda, pero no con mi pareja, quien sólo conocía algunas canciones, las más clásicas o más conocidas, pero nada más que eso. Pero con eso bastaba, además siempre era bueno conocer más. Al final nos habíamos decidido, y por ello estábamos allí aquella noche.
Dudo mucho que lo sucedido aquella noche fuese una simple casualidad. Estoy seguro que era otra de las jugarretas del Destino. Crees en el Destino? Intentas romper sus designios? Y si al hacerlo, simplemente cumples con el Destino que se te tenía fijado? Cómo sabrías entonces?
Aquella noche nos tomamos unos tragos, el local estaba repleto de gente, más que en todo su historial, asumo. Estábamos escuchando y cantando los temas, ahí cerca de la banda, cuando miré al frente y entre el público la divisé. Estaba sonriendo y también cantando los temas. Su mirada se cruzó con la mía y su sonrisa se fue desdibujando de su rostro.
Visto en retrospectiva todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Yo sólo me limité a sonreír, y miré a otro lado. Alcancé a ver que andaba con su pareja, aquel joven que haciéndose el hueón, el más imbécil de todos, le había ganado la partida a muchos, finalmente. Ella vio con quien estaba yo, mi pareja. Y mi pareja la vio a ella. Las miradas de ambas se cruzaron, entonces. Ninguna dijo nada, solo rehuyeron las miradas, y después siguieron disfrutando el show dentro de lo posible, digamos. Fue un momento extraño, pero sin mayor importancia. Hacía años que no nos veíamos, que no sabíamos nada el uno del otro, y justamente encontrarse allí, donde alguna vez prometimos y pensamos estar, pero ahora cada cual con su consorte, separados en tiempo y en espacio. No pasó más que eso, debo decir. Y mejor que así fuese. No había nada más que pudiese pasar, además. Después de esos momentos que parecieron una eternidad extraña, todo volvió a la normalidad. Cada cual volvió a disfrutar del show, a cantar las canciones, a sonreír y a pasarlo bien, dentro de lo posible, acompañado de sus parejas. Nadie comentó nada. Nadie dijo nada. Ni esa noche, ni nunca. Y así sería mejor. Total, como dicen por ahí, para qué recordar un universo que dejará de existir?
REK.
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