martes, 5 de junio de 2012

Silencio

La calma antes de la tormenta.
Los ángeles, o muchos de ellos, fueron creados con ciertos propósitos o misiones bien específicas, y muchas veces eso concuerda con sus nombres. Y cuenta la leyenda que los nombres de los ángeles terminan con el sufijo "EL" porque es un vocablo hebreo que significa "DIOS", y como sabemos, todas éstas criaturas son creaciones y sirvientes de Dios. De hecho el actual país Israel se aferra a ésto, ya que el vocablo ISRA proviene del hebreo que significa SEMBRAR, y EL ya sabemos qué es. Sin embargo, hay un ángel que escapa a ésta especie de "regla" gramatical para los nombres de ángeles: el Ángel Duma.
Duma (o Dumah) no termina su nombre en "EL", y su misión es ser el Ángel del Silencio, y justamente es eso lo que me lleva a éste escrito de hoy: El Silencio.
Si hay un gran placer de ésta vida que está muy poco valorado, es justamente el silencio. Nada más bacán que silenciar a todo el mundo, y simplemente escuchar el viento que hace sonar los árboles mientras los mece, o escuchar el constante sonido del mar sentado en la arena, mientras has bloqueado los demás sonidos y ruidos del mundo de hoy. Uno de los silencios que más se disfrutan en calidad, es aquel silencio que se produce antes de las tormentas, aquel donde el viento no corre, donde el aire se mantiene tibio, esa agradable calma que disfrutas porque sabes la cagá que va a quedar después. Y es exactamente esa una buena analogía de lo que realmente quiero escribir sobre el silencio.
Así como Duma, que se mantiene callado a través de eones, muchas veces uno como homo sapiens o como homo superior, dependiendo del caso, debe hacer los votos del silencio, probablemente por muchas razones tan valederas como cualquiera. Pero guardar silencio no siempre implica ocultar o mentir, muchas veces simplemente se trata de evitar.
Durante nuestras vidas, hacemos costumbre el evitar ciertas cosas, ciertos temas, que pueden ser causantes de alguna discusión, alguna pelea, un mal entendido o algo por el estilo, no sólo con la pareja, sino con el resto del mundo que nos rodea. Y guardar silencio tampoco implica necesariamente quedarse callado del todo. Sólo es necesario no decir algo que pueda tener repercusiones, mientras puedes decir miles de otras cosas.
Muchas veces en mi vida he preferido callar una opinión para evitar un problema mayor, o como se dice "por una buena causa". Eso es diferente de mentir, ya que la mentira siempre lleva culpa intrínsica de algo que has hecho o dicho y que está mal considerado, o al menos inapropiado. Silenciar algo no siempre se equivale a ello, aunque en algunas ocasiones sea algo similar. Después con el tiempo aprendí que aunque se viniera el mundo encima, era mejor decir las cosas, y en caliente. Hay personas que prefieren decir ciertas cosas con calma, en tiempos de paz, no después o durante una pelea o discusión, por ejemplo. Yo soy partidario de decir las cosas en su momento, lo que no evita que el momento sea incluso durante un conflicto, ya que al estar calientes con la discusión y decirse cosas, es porque una parte de la razón en bruto siempre lo quiso hacer o decir, pero la razón más elaborada, siempre lo impedía. Es como cuando dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. 
La gente no siempre entiende estos silencios, y al final es peor el remedio que la enfermedad. Las mujeres por lo general entienden el silencio de parte de los hombres como ocultar verdades o inducir mentiras, y para ellas mismas es ingresar en su mundo como una caparazón y no salir de ella ni a palos, entendiendo el silencio como una protección. Por eso comprendí que era mejor decir las cosas, aunque inevitablemente a veces las pasemos por alto y las ignoremos frente al mundo, aunque para nosotros tengan suficiente importancia como para decidir futuros inclusive. Decirlas siempre incluye riesgos, y claramente la vida está llena de ellos, y basada en ellos por obviedad.
A través de los últimos años, he vuelto a ser el sirviente del silencio en ciertos aspectos, y creo que ha sido bueno hasta ahora. La mayoría de las personas no están preparadas para la verdad, y siempre termina causando oleaje de una u otra forma, por lo que la opción de cerrar el tarro sigue siendo válida, aunque en todo el resto de cosas seamos bastante abiertos a conversar de muchos temas. Reconozco que he preferido evitar la fatiga, y así evitar ciertos temas delicados o complejos, lo que no significa que evito el tema como tal, sino que evito un conflicto que pueda generarse en el tema, si expreso todo lo que pienso o lo que siento. Y tampoco es reprimirse, es contenerse... O es lo mismo? Creo que no, ya que reprimirse es no referirse en nada a un tema en específico, por ejemplo, en cambio contenerse es referirse al tema, pero no completamente pero tampoco evitándolo sin más. Es algo complejo de explicar la verdad, y conlleva también mucho de lo que entendamos efectivamente de las palabras que usemos para expresarnos, ya que pese a existir diccionarios muchas veces nos guiamos por nuestro propio comprendimiento de lo que las palabras quieren expresar, y a las distintas interpretaciones de ellas. No veo lo malo en evitar los conflictos con un poco de silencio, pero la gente (especialmente las mujeres), se encolerizan con ello, cuando todos ya sabeos a ciencia cierta que si hablas o no, para ellas la cagas igual.
Siempre hay temas o situaciones específicas con personas determinadas, donde es mejor ser como el Ángel Duma, y silenciar ciertas cosas, por un bien mayor, pero tampoco hay que exagerar.


REK.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tomé una pausa antes de pasar a dejar mi comentario por aquí, Me parece un buen tema, como siempre bien tratado por ti, Creo que el silencio es una pausa necesaria en nuestras agitadas vidas, un instante de reflexión, de auto-análisis, una oportunidad de encontrarnos con nosotros mismo y con lo que nos rodea.
Que mejor que el silencio que solo se rompe con el sonido del viento, o el de un pájaro que canta en algún árbol cercano, o el de algún curso de agua próximo a nosotros. Me encantan esos silencios, aunque creo que cada día son más difíciles de encontrar.
Espero prontamente encontrarme con uno de tus nuevos escritos por aquí, siempre es un gran gusto poder disfrutar de alguno de ellos.
Te dejo todo mi cariño y un beso.
Hasta la próxima publicación...

Sol dijo...

Que rico es volver a leer algo tuyo... este tema es bastante interesante que tiene muchos puntos de vista... y creo que sería muy extenso dejar un comentario sobre el mismo... ademas perdería quizás mi objetividad ahahahha...solo puedo decir que me gusta muchas veces compartir tus silencios... muchas veces tbn me gustaría saber lo que envuelven tus silencios y too .... Muacksssssssss no tenía idea lo del angel DUMA interesante la verdad... tu analisis redaccion y todo siempre es admirable ... espero sigas escribiendo con más frecuencia pq me encantas ;) ya lo sabes:P