miércoles, 20 de junio de 2012

Ha Llegado Cartaaaaaa!!!!

Con esa frase que da inicio a aquel juego infantil, se me viene a la memoria un tema que hace tiempo da vueltas en mi cabeza. Cómo ha evolucionado nuestro mundo? Nuestras vidas? Para mejor? Para peor? La verdad es muy complejo responder algo así, y de hecho hay que analizar muchos temas diferentes, y casi hay que desintegrar uno a uno todas  las aristas de lo que tal o cual tema involucre.
Pero hoy voy a referirme a algo tan simple y tan básico como comunicarnos unos a otros.
Tenemos, gracias a la genética y a la evolución, cuerpos adaptados para un lenguaje corporal y oral bastante complejo, pero que sabemos llevar de lo más bien en nuestras vidas, probablemente como algo innato que tenemos desde tiempos prehistóricos, e incluso antes ya que los animales tienen sus propios sistemas de comunicación, algunos bastante complejos e inentendibles para nosotros. Todo eso sumado al lenguaje verbal que aprendemos durante los primeros años de nuestras vidas, en nuestras casas y después en aquel lugar tan amado y odiado como la escuela.
Las señas, los gestos, fueron los primeros rasgos de intentar comunicar ideas, cosas, situaciones, tal cual lo hacen los animales hoy en día. Sin embargo cuando se añade el uso de cuerdas vocales, se vuelve algo mucho más engorroso pero a la vez con más posibilidades de éxito en la misión básica: comunicar algo. Y eso conlleva al desarrollo de tipos de escritura, basados principalmente en aquellos dibujos o pinturas o rayas que se pueden encontrar en cavernas donde nuestros antepasados hicieron bastantes progresos en el tema. Querían contar una historia, una leyenda, una enseñanza, o simplemente mostrar a sus coterráneos sus estados de ánimo, sus sueños o sus vidas.
Hoy en pleno siglo XXI, donde claramente ya no vivimos en cavernas (al menos la mayoría), tenemos mil sistemas modernos de comunicaciones, basados en el lenguaje escrito y oral, además del gesticular. Pero qué hemos ganado y qué hemos perdido, desde aquellos años de las manos rojas pintadas en una pared, hasta el uso de teléfonos inteligentes? Al menos en mi opinión, mucho de ambas cosas.
Durante mi infancia y adolescencia, en mi casa no existía el teléfono, algo tan básico hoy en día, que incluso ya los llevamos en nuestros bolsillos y hasta podemos ver videos o jugar juegos en ellos, lo que nos llevaría a analizar si es verdad que hace 20 o 30 años no existían teléfonos en las casas de la gente, ya que hoy es de lo más común. Pero no, y no había por muchos motivos, que eran los más frecuentes de todas las familias: eran caras las líneas, los aparatos, incluso no en todos lados existía factibilidad técnica para instalar uno. Era algo más de gente con más dinero, clase media o media alta, en aquel entonces. Un niño de hoy en día, que nació bajo la tecnología touch y que tiene todo casi literalmente al alcance de la mano, nunca podrá imaginar ni entender cómo pudimos usar teléfonos negros con discos en las casas de antaño; y eso es sólo una parte de las cosas que se han perdido: el amor a las cosas simples, el querer lo que tienes, de paso, y valorarlo porque te costó tenerlo, no como hoy que todo es tan "gratis", que muchas cosas aunque sean caras, no tienen valor.
Tomar monedas e ir donde la Señora Ema para hacer una llamada, la única señora que tenía un teléfono en el barrio, y en su casa era "teléfono público" (no como los de hoy en el centro o lugares de llamados), con un letrero blanco con un teléfono azul dibujado. Le pasabas las monedas a la señora, descolgabas el auricular que parecía mancuerna, marcabas metiendo tu dedo índice en los agujeros que tenía el disco del teléfono en el número correspondiente del 0 al 9, lo girabas y esperabas que se marcara el número y el disco volviera a su posición original realizando aquel ruidito de "tuku tuku tuku", para poder marcar el siguiente número. Un proceso que se repetía hasta marcar todo el número. Si te equivocabas, colgabas el auricular o con tus dedos presionabas los botoncitos para cortar, lo descolgabas y repetías nuevamente aquel procedimiento. Todo era con señalización en pulso, no como hoy que es en tono, y no existían ni el # ni el *. Hoy en día aprietas "redial" en el teléfono de tu casa, y en los celulares simplemente dices "casa" con tu voz, y el celular marca solito el número de tu casa previamente grabado.
Qué recuerdos de esa época cuando el cartero te traía cartas de verdad, y no sólo cuentas y promociones como hoy en día. Antes para saber de las personas que se encontraban en ciudades o países lejanos, e incluso comunas de tu misma ciudad, se utilizaba éste método de enviar cartas a través del sistema de Correos, donde dependiendo de la lejanía, era lo que la carta se demoraba en llegar, y también incluía la demora en la posible respuesta a aquella carta. Pero qué era una carta? Para quienes lo olvidaron, o para las nuevas generaciones que entienden "carta = cuenta", las cartas eran hojas escritas a mano, con lápiz generalmente a pasta, y que contenían innumerables palabras que representaban infinitas ideas, sueños, anécdotas, y un sinfín de situaciones, que se usaban para comunicar algo a alguien distante, alguien a quien no podías ver frente a frente, o algo mucho más extenso que una llamada telefónica. Las cartas expresaban sentimientos, contaban historias, se escribían con agrado, al menos las cartas personales, y se esperaba una pronta respuesta con ansia en muchos casos. También existían las postales, aquellas imágenes de recuerdo de un país, ciudad, un lugar específico, y que podías escribir algún detalle en el reverso, para quien le enviabas la postal. Un saludo, unas palabras de amor, palabras de amistad, lo que fuera. Recuerdo mis tiempos de cruce de cartas con una prima del norte, a quien veía esporádicamente durante años, y con quien forjamos una buena relación sólo por aquel medio de comunicación. Alguna vez expresé que ella es mayoritariamente la "culpable" de mi gusto por escribir y expresar ideas, y no es mentira ni exageración. Durante ese periodo escribí mucho, no sólo cartas, sino otras cosas también. Y recuerdo también otras cartas, aunque no me interesa escribir sobre ellas. Sólo baste decir que las cartas como concepto general tienen una connotación romántica y de nostalgia, muy diferente a lo que ahora obtienes al mandar un mensaje de texto o un e-mail.
El punto positivo de toda la revolución tecnológica es que tenemos a las personas mucho más "cerca" que antes. Cerca entre comillas, porque siguen lejos, sólo que es más fácil acceder a ellas para comunicarnos. Antes para saber de alguien enfermo, debías ir a verlo a su casa, al hospital, llamar por teléfono en aquellos aparatos negros con disco, e incluso enviar y recibir cartas. Ahora simplemente envías un e-mail desde tu PC con internet, usas Messenger o Skype, mandas mensajes de texto o llamas con tu celular, y al instante tendrás respuesta.
Hoy podemos interactuar con personas de otros países, de otras ciudades, pero de manera inmediata, en línea, podemos enviarnos texto y dibujitos, verlas a través de una cámara web, e incluso interactuar jugando con ellas a través de un PC o una consola de videojuegos. Pero no le vemos la cara a esa persona, no compartimos fisicamente con ella, simplemente nos limitamos a textos o voces sin rostro.
Tenemos tecnología de última generación, teléfonos smart con pantalla touch que se conectan a redes wi-fi o 3G, con cámaras incluidas y podemos grabar videos o mostrarnos y ver a otra gente en la pantalla, jugar y mil aplicaciones más, con PC e internet podemos hacer lo mismo pero en casa, a menos que tengas un notebook y puedas hacerlo en un mall o una plaza. Pero perdimos todo contacto humano para comunicarnos. Ya no vamos a ver a un pariente o un amigo enfermo, simplemente le mandamos un mensaje de texto o un mensaje privado de Facebook. Ya no conocemos personas, conocemos perfiles (facebook, twitter, tumblr, etc). Ya no es ninguna gracia que una mujer te de su foto, puedes sacar miles de su facebook. Antes compartías una once o una cena, ahora mandas ovejitas para un juego de granjas o contratas a tu amigo/a para un juego de restaurantes en facebook. Ya no conversas con las personas, reblogueas cosas de tumblr o retwitteas sus microblogs.. Ya no interactuamos con nuestros amigos en un carrete o una junta, simplemente seguimos comentarios en facebook y allí "nos divertimos".
Toda la tecnología nos ha hecho seres cada vez menos interactivos, cada vez más impersonales, aunque con mayor información rápida y al instante, lo que no significa necesariamente más comunicados.

REK.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen tema, recordé el primer teléfono en casa de mis abuelos, donde debías dar vueltas a la manillita que este traía en su costado y esperar a que una amable operadora te comunicara con quien deseabas hablar. Como han cambiado las cosas, bien lo dice la canción "cambia todo cambia".
Las comunicaciones claramente han cambiado, hoy todo responde a esa inmediatez exigida por las sociedades de tiempos modernos, creo que se han tornado mas impersonales y frías, aunque por otra parte implique una acceso a mayor información.
Gracias a estas nuevas formas de comunicarnos te conocí, y gracias a estas mismas podemos gozar de una comunicación fluida y constante en el tiempo. Te imaginas como sería si tuviésemos que comunicarnos como antes por medio de cartas?, seguramente viviría ansiosa esperando recibir noticias tuyas y claramente tendría que volver a practicar caligrafía para que me pudieras entender la letra ahahaha :D
Creo que todo tiempo tiene sus pro y sus contra, agradezco a la modernidad por permitirme conocerte.
Un excelente tema que no pudo estar mejor escrito. Eres el mejor. Gracias por todo como siempre. Espero con ansias tu próxima publicación. Por mientras te dejo un beso inmenso y todo mi cariño :P

Anónimo dijo...