lunes, 25 de mayo de 2009

Antes


A veces me pongo a recordar esos viejos tiempos, donde se pensaba menos y se disfrutaba más, donde vivías en un presente sin pensar tanto en el futuro, donde cosas simples eran gratas y te hacian bien, donde con poco lo pasabas bien...
Quizás no ha cambiado mucho el mundo. Aún me gusta disfrutar de las cosas simples, escuchar el crak al pisar una hoja en el suelo en otoño, caída desde algún árbol de un parque o una calle... ver que aún existe la constelación de Orión, y disfrutar que se que sus estrellas principales no se llaman Las Tres Marías, sino Alnilam, Alnitak y Mintaka... ver en los atardecerdes la luz de Venus en la boveda celeste, brillando como si fuera la más brillante de las estrellas... escuchar el silbido del viento cuando pasa por tu cabeza, o el sonido de los árboles meciéndose con él... Pero también es cierto que la vida es más complicada que eso, que ya no es tan simple, y es mucho menos feliz.
Yo iba a los videos, esos lugares donde se concentraban muchas (aunque a veces pocas, pero igual iba), máquinas arcade, donde uno con una ficha comprada con plata real, podía pasar un agradable momento de entretención, cagándote el mate en cómo pasar una etapa, cómo matar al "mono" final, o cómo tener más puntaje. En esos tiempos yo lo pasaba bien, allí se juntaba mucha gente a jugar y eran lugares propicios para pasarlo bien y para conversar. Ahora existen las consolas de videojuegos que hacen de los juegos algo más personal y casero, aunque igual lo disfrutes en tu televisión. Pero estás solo, o con un par de amigos, pero no con esos grupos que se armaban en juegos específicos en los videos que uno frecuentaba cuando joven. Esos grupos donde yo me quedaba hasta las tantas de la madrugada conversando y tonteando y jugando, y compartiendo también, con esos amigos, esas amigas, esos compañeros de armas.
Las cosas eran más simples, y se disfrutaban más. Como leer un libro o como leer un comic. Ya no compro comics, los bajo de internet, salen más baratos y no se estropean con el tiempo. Libros ya no leo casi nunca, lo último que leí fue un libro con varios cuentos de H. P. Lovecraft, pero ya no leo las novelas policiales de Agatha Christie que me gustaban tanto, o libracos desomunales pero excelentísimos como Adiós al Séptimo de Línea. Creo que el mundo de hoy, la Internet y la vorágine que eso significa, consumen la mayor parte del tiempo que a uno le queda disponible en casa. Ahora todo es más personal y solitario. Todo es más esquivo, y ni hablar de la felicidad, y eso sin saber bien qué diablos es a ciencia cierta la felicidad.
En el colegio uno lo pasaba bien, se divertía, reía, aunque también había que estudiar o habían problemas. No es que sea malo el estudio o el aprendizaje, sino que habían (hay) muchas cosas inútiles en lo que te enseñan en el colegio, cosas que para muchos no tiene importancia alguna y que otros preferiríamos jamás haber siquiera pasado y visto en el colegio. Pretéritos pluscuanperfectos, matrices, la teoría de la cristianidad, resistencia y fricción... A más de alguien le servirán esas cosas, pero creo que a la mayoría no. Deberían enseñar lo básico, y después sólo lo que a uno le interese más. La verdad saber qué significa E=mC2 no les interesa a todos, pero a mi si, y es lo que me importa. Al final hasta hay gente que no sabe ni expresarse ni escribir bien, quizás por lo mismo no deberían llamarse precisamente "gente".
Antes era diferente todo. Creo que es muy cierto eso que dicen que todo tiempo pasado fue mejor. Aunque ahora hayan cosas buenas, como el Internet que nos provee de muchas cosas, o la televisión por cable, que nos permite ver una mayor amplitud de cosas, y no solo las porquerías que dan en la televisión abierta de éste país. Hasta eso era mejor antes. Daban monitos, daban programas buenos, culturales, entretenidos, no como los de ahora que sólo son mujeres que muestran tetas y potos y piernas, y nada de cerebro (a veces es bueno para la vista, hay que decirlo). Ya no existen programas como el Profesor Rossa, que aunque hechara puteás uno aprendía, o como Teleduc, donde uno podía aprender fácilmente principios básicos de astronomía. Ahora no. No enseñan nada. Aunque para la juventud de hoy en dia (que valen yuyo), es lo que se merecen no más.
Hasta me acostaba temprano, en aquellos años mosos. Veía algo de tele, y al sobre. Ahora no sé cómo podia hacerlo. La verdad si ahora me acostara a las 10 u 11 de la noche, no podría dormir hasta las tantas igual que antes. Ya me es costumbre dormir tarde, y dormir menos horas. Antes dormía más, y mucho más. Aunque a veces me acostaba temprano, pero leía hasta tarde.
Recuerdo que antes uno en invierno salía a la calle en la mañana temprano, y habían miles de positas hechas hielo, cosa que ahora no existen. Será el calentamiento global? Quién sabe, aunque no creo en el calentamiento global. Sólo es una invención de los humanos para justficarse por sus cagazos con el medio ambiente, al darse cuenta que se nos está acabando el periodo interglacial, y pronto entraremos a un tiempo de calor insoportable, antes de vovler a caer a la era del hielo o era glacial. Esas cosas antes uno no las pensaba, apenas las sabia siquiera. Eran tienpos más ingenuos, quizás.
Me encantaria que volvieran los tiempos donde se andaba en bicicleta, con los amigos, con las amigas, donde conocías a chicas y por hacer un par de tonteras te ganabas su sonrisa y después su amistad o algo más. Esos tiempos donde eras feliz, con menos cosas, lo pasabas bien de maneras más simples, y las cosas eran mucho menos burocráticas y complicadas que ahora que ya estás viejo.
En ese tiempo yo tenía mi historia, la escribía, la seguía y la iba modificando y ampliando por el camino. Por lo mismo se me escapó de las manos en su extención y nunca la terminé, aunque mentalmente tengo claro todo lo que sucederá, sólo me falta escribirlo. Un día terminaré esa historia, o en vez de escribir este blog que nadie lee, debería terminarla, quién sabe.
Eran mejores tiempos, más inocentes, más infantiles, y mucho menos complicados que ahora.
Pero los de ahora también tienen su gracia.

REK.

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