miércoles, 10 de marzo de 2010

8.8

La Placa de Nazca... Aquella que tantos sismos nos provoca al "pelear" con la Placa Sudamericana. Tan chica y ta problemática!!

Aquel viernes 26 volví a Santiago, después de mis vacaciones. La verdad era un día completamente normal, con un calor asqueroso en Santiago, y el smog recibiéndome en la hondonada del valle.
Ni bien llegué a casa, me di una agradable ducha, y me relajé. No desarmé bolsos ni nada. Sólo squé lo necesario para estar cómodo en casa y encendí el PC para ver qué había por lo que llaman "el ciberespacio". Por las noche volví a contactarme con la gente que había quedado de hacerlo antes de salir de vacaciones unas semanas atrás, también con amigas, conocidos, y demases. Era también una noche normal.
Tan normal era, que incluso me quedé hasta tarde conversando y compartiendo, mientras echaba un ojo a la repetición de las 24 Horas de Daytona, que pasaban en el canal SPEED. Aquella carrera no la vi en enero (por una simple estupidez de no ver el calendario de la Rolex Sport Cars Series), por lo que al menos tenía la opción de ver las últimas horas de aquella competencia extrema. La carrera terminó pasadas las 3:20 de la madrugada de aquel ya sábado 27 de febrero del 2010. Apagué la tele, empecé a ordenar las cosas para después apagar el PC y acostarme. Como dije, era una noche normal.
Eso fue hasta las 3:36 de la madrugada.
Yo aún en pie (entiendan, semanas sin internet ni cable para mi y mi deleite), estaba en las últimas tareas antes de acostarme, cuando comenzó un remezón en la casa. Un temblor, a esos que estamos tan acostumbrados los chilenos en especial de la zona central. No le di importancia, no les temo a los temblores. Seguí los pasos para acostarme, mientras seguía temblando, pero iba incrementando la intensidad. Ahí me quedé quieto, atento a lo que podía seguir. Si paraba, era un temblor como los de siempre. Si seguía, podría ser "el esperado". (desde el terremoto del 85 que no teníamos un sismo se grandes proporciones y mucha gente ya esperaba uno desde el 2000). Y siguió moviéndose la casa y el piso, y ahí yo pensé "éste es el bueno", y decidí salir de mi pieza. Deben haber transcurrido fácilmente unos 40 segundos hasta ese momento en que salí de la pieza y le dije a mi papá si había cortado el paso del gas. Me respondió que sí, y estaba con mi mamá y se dirigían a la puerta que da al jardín. Mi papá cortó la luz del automático (aún no apagaba mi pc, de hecho). Y seguía temblando. Y comenzó a sentirse mucho más fuerte un ruido de fondo, terrible, como el sonido de miles de botas de un regimiento que marcha a la guerra, quizás presagiando una gran catástrofe. Ya sin luz, con ese ruido de fondo, y con el sonido de algunas cosas que empezaban a caer, llegué a la puerta para ayudar a mi papá a sacar los tres pestillos que la cierran aparte de la cerradura. Mi madre, rezaba por su nieto y mi hermana. Mi padre, sacando los pestillos mientras ella lo agarraba como si se le fuera a escapar por la puerta, y yo abriendo el ultimo pestillo para por fin abrir la puerta. Yo a esa altura, ya tenía la claridad de que no era un sismo común y corriente, sino que era "el esperado" terremoto en la zona central. Debe haber sido como al 1:20 minutos, o algo así, que salí y miré afuera. Ya se había cortado la luz en todos lados, se sentían los gritos de las vecinas histéricas por las casas cercanas, se sentían caer más cosas dentro de mi propia casa, mientras yo pensaba que ojalá no le pasara nada ni a mi televisor, ni a mi pc y la pantalla (en esos momentos los segundos parecen horas, y uno piensa muchas cosas y de forma más rápida de lo normal, y a veces las más increíbles). Había luna casi nueva, y se veían con su luz algunas cosas y siluetas. Las casas se veían tambalear (probablemente era yo y el efecto del sismo, pues la casas están bien), se veían los cables moverse en la postación. Depronto vi unos como relámpagos en el cielo. Sí, iguales a relámpagos, pero eran como extraños, de un color verde oscuro, o verde muy claro en el fogonazo. Extraño, pero lo asumí como efecto de las chispas de los cables del tendido eléctrico en otros sectores cercanos, y los cuetazos de algún que otro transformador de electricidad en los postes quizás más lejanos. En eso, ya debe haber sido el minuto 1:45 aproximadamente. No fue mucho rato el que miré afuera, pero si vi cosas. En eso, mi padre me dice que vaya a ver y sujetar la pantalla de plasma nueva, que hay en la mesa del living de la casa, asi que entré a la casa como pude y me costó llegar a la mesa del plasma, ya que el sismo eran tan fuerte, que uno se movía para todos lados, era difícil caminar derecho. Al final lo conseguí, llegué a donde debía estar el plasma, en la mesa del living, pero al tocar (no había luz), sólo encontré el mueble. "Ya se cayó ésta hueá", pensé para mi. Pero no, estaba en el borde ya, asi que lo agarré como pude, lo sujeté y me anclé casi al piso. Así pasé el resto del terremoto, casi abrazado a un televisor de plasma de 32". Y al fin terminó. Un sismo larguísimo, cerca de 3 minutos, y en extremo potente, fuerte, desestabilizador, y con ese ruido infernal de fondo, más el ruido de las cosas que caían, y en la oscuridad todo eso se exacerba y aumenta ya que nuestros sentidos se ponen más alertas en ausencia del principal que es la visión. Mi madre seguía abrazada a mi padre, rezando y llorando. Mi padre, mirando por la puerta abierta hacia el cielo y la calle, sin dejar de tratar de consolar a mi mamá. Yo desde mi posición (unos 2 metros más adentro de la casa), le gritaba cosas como "ya va a pasar", "tranquila si no pasa nada", pero ni yo me la creía. Como dije, no le tengo miedo, y aún no se lo tengo, pero claramente estaba ocurriendo un sismo en extremo fuerte y eso sólo significaba que iba a estar la cagada en muchas partes, aparte de las cosas que caen en tu casa. Pasado el sismo, y a sabiendas de que era terremoto aunque ninguno lo dijera, comenzó a moverse la maquinaria de emergencia. Buscar lámparas, linternas, pilas... Algún calzado para mi, ya que salí a pie pelado no más, y con todas las cosas que en la oscuridad se escucharon caer, probablemente había muchas cosas cortantes en el suelo, como vidrios o loza quizás. Encontrar linterna y pilas, para mi fue sumamente sencillo. Recordé que no había desarmado los bolsos del viaje, y en uno de los bolsillos de la mochila grande, había una linterna. Entré a la ex-pieza de mi hermana por el bolso, y saqué la linterna en la oscuridad. Pero no tenía pilas, asi que recurrí a las de la cámara de fotos digital, que afortunadamente estaba por ahi cerca. Se las saqué, y las coloqué en la linterna, y ya teníamos algo de luz. Ayudé a mi padre a buscar los equipos de emergencia, pero estaban sin carga. Recordé mi calzado, y volví a mi pieza pero no pude entrar. Algo bloqueaba la apertura de la puerta completamente. Empujé y empujé, hasta que hice un espacio y al menos poder mirar dentro. Alumbré con la linterna, y vi que el mueble grande con mi ropa y mis cosas estaba corrido demasiado, y más encima se fue encima de la cama. Todo lo del mueble estaba e el suelo (de ahí la obstrucción de la puerta), o de mi cama. Alumbré donde estaba el PC, y estaba botado encima del escritorio donde siempre tengo la pantalla, la que se corrió por encima sin llegar a caer. Mi televisor cayó al suelo, pero como había ropa que cayó antes desde el mueble grande, no sufrió daño. A duras penas y empujando y presionando cosas con la puerta, mi papá entró a la pieza y sacó unas chalas de debajo de todo el mierdal que cayó. Me las puse y nos decidimos a inspeccionar la casa, mientras mi mamá aún en la puerda de calle, alegaba y lloriqueaba que la habían dejado sola (las mujeres son bien alaracas en sus momentos de "normalidad", imaginen en éstas circunstancias).
Pasaron minutos donde salimos a la calle, otros vecinos hicieron lo mismo. Comentarios, susurros, oscuridad, sólo asediada por la tenue luz de la luna que afortunadamente estaba en el cielo muy alta esa madrugada. "Ésta será una larga noche", pensé. Le pasé la linterna a mi papá, para que buscara otras o algunas velas, y me fui a la pieza de mi hermana donde dejo normalmente las cosas que ando trayendo en los bolsillos o cosas asi. Fui y encontré el MP4 que tengo, y posee radio FM. Necesitaba saber qué pasaba, y en especial qué había pasado, aunque la palabra "terremoto" ya estaba más que clara en mi mente. No encontré los audífonos, quizás dónde quedaron ya que estaba todo revuelto. Recordé los fonos que uso en el PC, asi que fui a buscarlos, y aunque me costó trabajo recoger el cable de debajo de todo lo que les cayó encima de los muebles de mi pieza, lo conseguí, conecté el MP4 y sintonicé alguna radio de noticias. Informaciones preliminares decían que el terremoto había sido en la región del Bio Bio. Yo pensé de inmediato que si en Santiago se había sentido asi de fuerte (yo calculaba fácil una magnitud de 8 Richter o más), cómo sería en el sur, más de magnitud 9 quizás, lo que era una hecatombe. Seguí escuchando, a la vez que transmitía la información a mi papá. Se dijo que se sintió desde Puerto Montt a Coquimbo y La Serena, con diferentes grados. La preliminar decía magnitud 9 en el Bio Bio, la región del Maul, 8.5 en Santiago, la región de O'Higgins, 6 o 7 en Valparaíso y Viña del Mar, hasta 4 en Coquimbo, y al sur 4 en Puerto Montt. Con esa información, uno sólo podía pensar lo que yo pensé esa noche "quedó la cagá en todo Chile!!". Le dije eso a mi padre, y mi mamá que aún no lo soltaba, y me dijo "Está la cagá!!"
Y la verdad era exactamente esa. Estaba toda la zona centro y sur de Chile hecha mierda con el terremoto. Cuando dijeron por la radio, que el NEIC confirmaba el terremoto en el límite costero entre la VII y la VIII regiones con una magnitud de 8.8, pensé de inmediato "tsunami!". Y claro, para que haya probabilidad de tsunami, el sismo debe ser costero o en el mar, y con magnitud superior a 7... Y si éste era 8.8, no sería raro que hubiera uno. Pero en la radio dijeron que, según la ONEMI, no había riesgo de tsunami. Información que posteriormente nos quedó claro que estaba muy errada. Hubo tsunamis por toda la costa de Chile desde la IX a la V región, con distintas intensidades. Pero en las regiones VII y VII fue devastador. Uno en Santiago no tiene ese problema, pero esa noche mientras daban la errada información, uno esperaba que la gente que sobrevivió al terremoto, sola empezara a huir a los cerros, por si acaso, como se dice. Lamentablemente no todos lo hicieron.
Esa noche como lo pensé fue muy larga. Y las réplicas se sintieron de inmediato. Cerca de las 7 de la mañana hubo una con magnitud superior a 6, y otros posteriormente. No hubo luz, no había agua, afortunadamente los teléfonos fijos no dejaron de funcinar, ya que la red movil se fue a la mierda y el martes recién se arregló al 100%, cosa que no se cómo sucede en éste país, ya que deberían mantenerse como sea por estos mismos casos de emergencia. No dormimos nada en esa larga noche. Salimos a ver a algunos vecinos (los que importan, otros que se jodan), para ver cómo estaban o si pasó algo grave, pero afortunadamente estaban bien, pese a las quebrazones en las cosas de sus casas. Yo durante el tiempo que estaba escuchando radio, y mientras entré casi a oscuras a tratar de despejar más la entrada a mi pieza, y levantar el gran mueble que cayó, miraba mi cama llena de objetos diversos; ropa, cajas, autos de las colecciones, posters, mil cosas. Y pensaba en que si hubiese estado acostado, con mi nulo temor a los temblores, no me hubiese levantado de inmediato, y quizás me hubiesen caído esas cosas en la cabeza, o no hubiese podido salir después de la pieza, pasando el sismo encerrado allí... Quizás ni siquiera estaría escribiendo ésto. Mientras ordenaba, pensaba en la gente, en cómo pasaron cada uno esos minutos de horror y movimiento. Quizás algunos estaban conversando animadamente en un pub, alguno estaría sentado en el WC, otros quizás teniendo relaciones sexuales, uff me imagino los moteles esa noche!!! Otros durmiendo plácidamente, otros conduciendo su vehículo por alguna calle o carretera, otros realizando alguna operación crítica a un enfermo, otros realizando una ronda en su trabajo, algunos quizás inspirándose al mirar el cielo y escribir algo, y otros simplemente tratando de acostarse después de ver una carrera de autos...
Así fue mi vivencia del teremoto de Cobquecura, y posterior tsunami en las costas de las regiones descritas. Asi se vivió ese magnitud 8.8 acá en Santiago (con magnitud 8.5, casi lo mismo), en aquella larga noche del 27 de febrero del 2010... Y así lo viví yo...

REK.